El 21 de septiembre pasado Frank Rubio partió en la nave rusa Soyuz MS-22. Su misión era por seis meses, sin embargo sigue sin regresar a la Tierra.
El astronauta Frank Rubio partió el 21 de septiembre en la nave rusa Soyuz MS-22 en una misión que demandaría seis meses. Pero problemas técnicos demoraron su regreso que, ahora, se calcula para septiembre 2023.
Cuando se aproximaba la fecha de regreso a la tierra la Soyuz MS-22 recibió una mala noticia. La nave que lleva y trae de vuelta a los astronautas, tuvo un problema técnico (fuga en el sistema de refrigeración, aparentemente causada por basura espacial). Este inconveniente hizo inviable un viaje seguro.
En febrero, los rusos estaban dispuestos a enviar para el rescate la nave Progress MS-21, pero también detectaron un problema en el sistema de refrigeración. Luego de inspeccionar minuciosamente y descartar una falla de diseño la Soyuz MS-23 fue enviada a la Estación Espacial Internacional el pasado 24 de febrero, con media tonelada de carga, entre la que hay víveres, ropa y artículos para limpiar la estación.
Según informaron, esa sería la nave en la que Rubio junto a los cosmonautas rusos Serguei Prokopiev y Dmitri Petelin, podrían volver a la Tierra. Aunque recién sería en septiembre de 2023.
El pasado 28 de marzo, la averiada Soyuz MS-22 volvió a la Tierra para ser inspeccionada y, lo más importante de todo, quedó zanjado ya el tema del rescate de los astronautas y cosmonautas, en un escenario de extraña cooperación entre Rusia y Estados Unidos, en medio de la crisis política desatada por la invasión de Ucrania.
Nació en Estados Unidos bajo el nombre Francisco Rubio. Creció en El Salvador, estudió en Colombia y volvió a su país natal para enlistarse en el Ejército. Defendiendo su país fue paracaidista y piloto con 600 horas de vuelo en misiones de combate en Bosnia, Irak y Afganistán, entre otros logros.
El cirujano “Frank” Rubio fue seleccionado por la NASA entre 18 mil aspirantes para unirse a la clase de candidatos a astronauta del 2017. Se incorporó al servicio en agosto de ese año y, tras haber completado el entrenamiento inicial, fue elegido para una misión espacial.
Salvadoreño y latino
Entrevistado por Univisión y publicado por la agencia DW, Rubio se mostró despreocupado por la posibilidad de romper el récord de estadía en la estación, y más bien dijo que estaría feliz de volver antes a la Tierra "para estar con mi familia” (está casado y tiene 4 hijos).
También habló de sus experimentos con cultivos hidropónicos y aeropónicos, con los que se busca avanzar en el cultivo sustentable de alimentos para futuros viajes a la Luna y Marte. "Estos experimentos sirven para saber cómo crecen las plantas en un entorno espacial”, explicó.
En un recorrido por su infancia, el astronauta expresó: "Pasé mis primeros seis años en El Salvador, mis primeras memorias son de El Salvador, y por eso para mí es un gran orgullo representar al pueblo salvadoreño”.
El astronauta de la NASA trabaja en la activación de la Investigación biológica en botes-26 (BRIC-26, por sus siglas en inglés), patrocinada por la División de Ciencias Biológicas y Físicas de la NASA. La investigación mide el efecto de la exposición a la microgravedad en tres procesos genéticos fundamentales y sus interacciones en la bacteria Bacillus subtilis.
Los resultados podrían proporcionar información de los mecanismos moleculares detrás de los cambios en los procesos genéticos y las características de un organismo causado por la exposición a la microgravedad y ambientes extremos en la Tierra. Esta información podría ayudar a los investigadores a desarrollar formas de proteger la salud y la seguridad de los astronautas en misiones futuras, así como la de las personas en tierra.
NT / ED