Compartió equipo con "Los Galácticos", pero una inesperada lesión lo alejó de su gran sueño. ¿De quién se trata?
Los jugadores de fútbol, o mejor dicho los deportistas, conviven todo el tiempo con la exposición y las lesiones. Algunos, durante toda su carrera, no sufren imprevistos, mientras que otros deben alejarse por la gravedad de su lesión. Este último fue el caso de Aimar Centeno, quien debió abandonar su gran pasión debido a un problema físico en el primer entrenamiento.
Nacido en Agustín Roca, una pequeña localidad de la Provincia de Buenos Aires, Centeno llegó al Viejo Continente con un bolso de mano repleto de sueños, que se esfumaron de inmediato en su primera práctica con el primer equipo del Merengue. Sin embargo, este problema no lo amedrentó, ya que se reinventó.
Centeno se lanzó a la fama en el invierno de 2002 cuando participó en el reality "Camino a la Gloria", que prometía descubrir a la próxima estrella del fútbol argentino. A pesar de las bajas temperaturas, el nacido en Agustín Roca, con solo 16 años, se unió a miles de adolescentes que esperaban en fila para ingresar al Campo Argentino de Polo en Palermo.
Su esfuerzo dio frutos cuando impresionó a los jurados y fue seleccionado como el ganador del programa, lo que lo llevó a cumplir su sueño de viajar a España y unirse al Real Madrid.
Al llegar a la capital española, fue recibido como una futura estrella, recorriendo la ciudad en un Fiat Stilo deportivo y con la bienvenida de figuras del club como Emilio Butragueño y Jorge Valdano. Sin embargo, el sueño se tornó en pesadilla durante su primer entrenamiento, donde sufrió una lesión que truncó su carrera.
A pesar de su decepción, Centeno no se rindió. Después de regresar a Argentina, tuvo la oportunidad de probarse en River Plate, donde estuvo un año, y luego en Chacarita Juniors, donde pasó otro año.
Desafortunadamente, tras quedar libre de Chacarita, Centeno perdió el entusiasmo por el fútbol profesional y comenzó a verlo como un simple pasatiempo. A pesar de sus intentos de mantenerse vinculado al deporte, jugó en las inferiores de Sarmiento de Junín y tuvo un breve paso por Teodolina FC, pero la falta de oportunidades en primera división lo llevó a buscar nuevos rumbos mientras continuaba jugando.
Después de su corta experiencia en el fútbol profesional, Centeno se alejó de la carrera deportiva y se enfocó en diversas actividades laborales.
Trabajó como conserje en un hotel con turnos nocturnos, lo que le permitía entrenar, y jugó durante diez años en el Origone FC de forma amateur. Además, se reinventó como vendedor de gaseosas y camionero, recorriendo hasta 1000 kilómetros diarios.