En medio de una fuerte polémica por las impugnaciones a su pliego, la legisladora libertaria Lorena Villaverde anunció su renuncia a asumir su banca en el Senado por la provincia de Río Negro. Su pliego había sido devuelto a la comisión de Asuntos Constitucionales (ACA) a raíz de las sospechas que la vinculan con el empresario rionegrino Fred Machado, deportado a Estados Unidos por presuntos nexos con el narcotráfico, además de una vieja causa por tráfico de cocaína en ese país.

En su carta de renuncia, Villaverde expuso que su decisión nace de la "responsabilidad y la coherencia", priorizando el bienestar de sus hijos. La legisladora denunció haber sido víctima de una "violencia calculada" y "operaciones mediáticas obscenas, maliciosas y profundas" diseñadas para desgastar su figura, que, según ella, incomoda a la "vieja política".

"Mis hijos están antes que cualquier cargo, porque ninguna ambición política vale más que su bienestar. Aceptar continuar bajo esas condiciones sería convalidar el daño y poner en riesgo a mi familia. No lo voy a hacer", aseguró.

Villaverde vinculó los ataques personales con una estrategia política mayor para obstaculizar al Gobierno de Javier Milei. Señaló que "sectores del viejo régimen han intentado convertir mi situación personal en una herramienta para frenar las reformas, obstaculizar la conformación del bloque oficialista en el Senado y desgastar al proyecto de cambio".

La legisladora rionegrina insistió en que su renuncia busca evitar ser utilizada como pieza de esa maniobra: "No me van a usar como pieza para detener el rumbo que millones de argentinos eligieron".

Finalmente, Villaverde reafirmó su apoyo al oficialismo y a sus convicciones, poniendo su renuncia a disposición del proyecto de cambio: "Pongo a su entera disposición mi renuncia a la banca de Senadora por la provincia de Río Negro... No renuncio a mis convicciones. Solo renuncio a ser usada como herramienta para dañar al gobierno, a las reformas y al futuro de los argentinos".