El 3 de julio pasado, el ministro de Economía, Luis Caputo, envió al Congreso un anticipo del Presupuesto 2026 que proyectaba un dólar a $1.245 en diciembre de 2025, una inflación del 22% y tasas de interés cercanas al 29%. Tres meses después, el escenario cambió drásticamente: la divisa ya superó los $1.450, las tasas escalaron por encima del 60% y el INDEC confirmó que los precios acumularon hasta agosto un 19,5%, con expectativas de inflación del 28,2% para 2025 según el REM del Banco Central.

Este desfasaje dejó obsoletas las pautas acordadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en abril. Incluso en el organismo reconocen la necesidad de replantear las metas. "Esperamos con interés el Presupuesto de 2026 para sentar las bases de las reformas fiscales necesarias y consolidar los logros alcanzados", advirtió Julie Kozack, vocera del Fondo.

El proyecto que ingresará este lunes al Congreso prevé un superávit primario de 2,2% del PBI para 2026, basado en un crecimiento económico del 5,5% en 2025. Según las proyecciones oficiales, la industria avanzaría 5,3%, el comercio 7,6%, el consumo privado 7,2% y la inversión un 22,7%. La recaudación tributaria crecería un 22,3%, con mayor aporte del impuesto a las Ganancias.

Sin embargo, economistas y operadores financieros advierten que las estimaciones son demasiado optimistas y recuerdan que, históricamente, los presupuestos terminan siendo modificados mediante decretos y reasignaciones de partidas.

El dilema para el presidente Javier Milei será si apuesta por un "presupuesto ideal", con aval legislativo sin cambios, o si acepta negociar con gobernadores y la oposición dialoguista después de unas elecciones de octubre que podrían limitar su poder político. En ese caso, el superávit proyectado debería ajustarse a la baja.

Los analistas de la city consideran que Milei, aun con un resultado favorable en las urnas, apenas contará con los votos necesarios para sostener vetos, pero no para avanzar en reformas estructurales -como la tributaria o la laboral- que resultan clave para el modelo libertario.