La medida abarcará a los sectores químicos, farmacéuticos, textiles y de maquinaria agrícola, entre otros. En Casa Rosada sostienen que afectará a 3500 empresas, que contienen el 88% de los productos exportados.
El Gobierno nacional se prepara para oficializar por decreto una nueva baja de retenciones que alcanzará a más de 4000 productos industriales, en una medida que busca fomentar las exportaciones y acelerar el ingreso de divisas en el mediano plazo. El decreto ya fue elaborado por el equipo del ministro de Economía, Luis Caputo, y se encuentra en revisión final en la Secretaría Legal y Técnica, a cargo de María Ibarzabal. Su publicación en el Boletín Oficial es inminente.
Según fuentes de la Casa Rosada, la rebaja alcanzará a sectores clave como el químico, farmacéutico, textil y de maquinaria agrícola, y beneficiará a alrededor de 3500 empresas, que concentran el 88% de los productos exportados por la industria nacional.
La decisión se inscribe en la estrategia del Ejecutivo de Javier Milei para acelerar la apertura comercial y atraer divisas tras el levantamiento del cepo cambiario, proyectado en un sistema de bandas entre $1000 y $1400 por dólar. Desde el Gobierno insisten en que la baja es "transitoria", como también ocurrió con el agro: en enero, la soja bajó del 33% al 26% y el trigo del 12% al 9,5%, junto con la eliminación de retenciones para economías regionales.
En paralelo, la administración libertaria viene avanzando en un proceso de desregulación del comercio exterior. En marzo, redujo los aranceles de importación para productos textiles, con rebajas significativas para ropa, calzado, telas e hilados. A mediados de abril, eliminó el Certificado de Importación de Bienes Usados (CIBU) para facilitar el ingreso de maquinaria usada, especialmente en sectores estratégicos como petróleo y gas.
En octubre de 2024, también se habían reducido aranceles para 89 productos industriales, incluidos neumáticos, motos, electrodomésticos y artículos de consumo.
La Unión Industrial Argentina (UIA) expresó reparos frente a estas medidas, advirtiendo sobre posibles impactos negativos en la producción nacional y el empleo. En medio de estas tensiones, el Gobierno intenta profundizar el diálogo con la nueva conducción de la entidad, ahora presidida por Martín Rappallini, empresario de la provincia de Buenos Aires, y acompañado por David Uriburu, del Grupo Techint, como vicepresidente primero.
La rebaja de retenciones forma parte de un paquete más amplio que incluye también una ambiciosa reforma laboral, aún en etapa de negociación con sectores dialoguistas de la CGT. Entre los cambios bajo análisis figuran la desregulación de acuerdos entre privados y la posible eliminación de la homologación obligatoria de paritarias por parte del Estado.
Con este conjunto de medidas, la gestión Milei busca enviar señales de previsibilidad a inversores y sectores productivos, en medio de una apuesta a una economía más abierta, desregulada y orientada a la generación de divisas.