Sucede tras la reunión que el secretario de la Casa Blanca, Scott Bessent, mantuvo el lunes con Javier Milei y el ministro Luis Caputo. En medio de las tensiones comerciales tras la suba de aranceles, el Presidente busca mantener las relaciones bilaterales con ambos países.
En medio de crecientes tensiones geopolíticas y comerciales, el Gobierno argentino afirmó que no cancelará el acuerdo de swap de monedas con China a menos que Estados Unidos habilite un canje similar a través de la Reserva Federal. La postura oficial busca mantener el equilibrio diplomático entre ambas potencias, mientras se negocian definiciones clave en política exterior y economía.
"Si los Estados Unidos quieren que no tengamos más un swap con China, que nos den uno ellos",deslizan desde la Casa Rosada. El comentario refleja el malestar por la presión del gobierno norteamericano, que insiste en que la Argentina acumule reservas internacionales y desactive progresivamente su vínculo financiero con Beijing.
El tema formó parte de las reuniones mantenidas este lunes en Washington entre el presidente Javier Milei, el ministro de Economía, Luis Caputo, y el secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent. El funcionario estadounidense cuestionó el reciente acuerdo renovado con China -por US$5000 millones y con vigencia de 12 meses- y advirtió sobre "acuerdos rapaces" promovidos por Beijing en América Latina. Desde la embajada china en Buenos Aires, el embajador Wang Wei respondió con firmeza, calificando las declaraciones como "maliciosas difamaciones y calumnias".
En el oficialismo reconocen que un swap con la Reserva Federal no es una negociación sencilla. Está condicionado por el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC), órgano que rige la política monetaria estadounidense. "Trump no le puede decir a la Fed qué hacer, a diferencia de lo que pasa en China: Xi Jinping sí puede hacerlo", explican fuentes oficiales, aludiendo a las diferencias estructurales entre ambas potencias.
El desembolso inicial representa el 60% del total del programa aprobado el viernes. Por el nuevo acuerdo, la Argentina concentra casi la mitad de todos los préstamos que tiene vigentes el Fondo Monetario
A pesar de las críticas, el Gobierno argentino valora el vínculo con China como "estratégico" y considera que romper unilateralmente el acuerdo afectaría la relación bilateral. De hecho, está previsto que Milei visite Beijing tras las elecciones legislativas, en el último trimestre del año. Además, avanzan las gestiones para retomar las obras de las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic en Santa Cruz, financiadas con apoyo chino.
En paralelo, Milei mantiene su intención de reforzar lazos con Estados Unidos. Planea visitar Washington en mayo para reunirse con Donald Trump en la Casa Blanca, en el marco de un posible acuerdo comercial que incluiría una reducción arancelaria y la apertura de mercado para más de 50 productos argentinos. Las gestiones ya fueron iniciadas por el canciller Gerardo Werthein junto al secretario de Comercio estadounidense, Howard Lutnick.
Desde el Ejecutivo destacan que están dispuestos a desactivar el swap con China si EE.UU. habilita un acuerdo de divisas similar. Durante la pandemia, la Fed impulsó swaps con países como Brasil, México, Corea del Sur, Australia y Suecia, aunque reservados mayormente para economías con mayor grado de desarrollo.
Con el tablero internacional en plena reconfiguración, la Argentina intenta sostener un delicado equilibrio entre sus socios comerciales, sin resignar recursos estratégicos ni autonomía financiera.