En algunos de los comercios encontraron recintos ocultos creados a partir de paredes falsas, dobles fondos y espacios escondidos en muebles para ocultar el dinero.
Una organización criminal relacionada con el narcotráfico pocas veces vista, con siete joyerías, una casa de antigüedades y dos boliches que servían de fachada para comprar dólares. Puertas secretas y pasillos ocultos para esconder el dinero y 51 allanamientos que concluyeron con ocho personas detenidas completaron un combo con pocos precedentes.
Ocurrió en Mendoza, luego de una larga investigación que incluyó a la policía y la Dirección General de Aduanas. De esta forma, en las últimas horas se constató que la organización en cuestión había conformado una estructura con un profundo grado de integración, por lo que la Justicia ordenó los allanamientos.
Así se descubrió que la organización tenía, por un lado, estudios contables y cuevas financieras dedicadas a la compraventa de moneda extranjera sin la debida autorización del BCRA.
Por otro, contaba con numerosos locales que funcionaban como pantallas para el blanqueo de divisas: al menos 7 joyerías, una casa de antigüedades, un bar y dos boliches. En estos últimos además se descubrió que había comercialización de estupefacientes.
Pero no solo eso. En medio de los procedimientos las autoridades advirtieron que en las joyerías habían construido distintas trampas, algo así como recintos ocultos creados a partir de paredes falsas, dobles fondos y espacios escondidos en muebles, que contaban con cierres electrónicos para ocultar dinero ante posibles medidas judiciales.
Además, 6 de los locales fueron clausurados por abocarse a rubros diferentes de aquellos para los cuales habían sido habilitados.
Todo terminó con la detención de ocho personas. De ellas, dos tenían vínculos con la Policía de Mendoza. Una, en calidad de oficial retirado de la fuerza, prestaba servicios de seguridad en los locales vinculados con la banda. La otra, por el contrario, se encontraba cumpliendo servicios como oficial en actividad.
La investigación estableció que le cobraba periódicamente una suma de dinero a la organización delictiva en calidad de cobertura frente a riesgos a los que pudiera estar expuesta (como controles y procedimientos) incluso de otras fuerzas.
Se trata del cuidador de la vivienda porque la dueña vive en España. Fue hallado por un amigo de la propietaria que fue a buscar un anillo que estaba en la caja fuerte. La casa estaba desordenada, indicio de la búsqueda de algún objeto.
Los allanamientos terminaron con el secuestro de seis vehículos, Además de 42 millones y medio de pesos, 160.500 dólares, tres armas de fuego, 40 máquinas de contar dinero, cinco balanzas, joyas, relojes, cannabis y MDMA.
También se incautaron divisas en efectivo de origen variado: 24.200 euros, 450 libras esterlinas, 723.483 reales, así como también 2000 pesos uruguayos, 7.471.560 pesos chilenos y 520 pesos mexicanos.