La mujer fue atacada por dos hombres y sigue viva de milagro. Su historia fue contada en un libro y una película.
Inexplicable
Increíblemente el milagro sucedió, Alison seguía con vida. Con sus últimas fuerzas, escribió los nombres de sus atacantes en la arena, y se dirigió hacia la carretera para tratar de pedir ayuda.
La víctima contó que se tuvo que ir sosteniendo la cabeza porque sentía que se le caía hacia atrás. Además, también tenía que agarrarse las tripas para que no se le salieran y, a medida que avanzaba, podía sentir que algo sobresalía de su abdomen.
“Mientras luchaba hacia adelante, mi vista se atenuó y se desvaneció y me caí muchas veces, pero logré levantarme nuevamente hasta que finalmente llegué a la ruta”, recordó Alison muchos años después según el Daily Star.
Alison Botha contó que, luego del ataque, se tuvo que ir sosteniendo la cabeza porque sentía que se le caía hacia atrás.
Casi muerta, Alison se tiró en el asfalto en busca de ayuda. Un auto pasó y llamó a emergencias, pero la ambulancia llegó una hora después. Afortunadamente, un joven estudiante de veterinaria, llamado Tiaan Eilerd, vio a Botha tirada desvanecida y la socorrió antes de que llegaran los médicos.
Finalmente, Alison fue asistida y se salvó de milagro. La mujer, a pesar de haber estado casi muerta, tenía bien en claro quiénes eran los culpables del horroroso ataque. Identificó a los atacantes y los guardias locales los detuvieron. En ese momento, el caso de Alison Botha era de índole nacional y la prensa los denominó “Violadores destripadores".
Tanto Toit como Kruger se declararon culpables de ocho cargos que incluyen secuestro, violación e intento de asesinato y fueron condenados a cadena perpetua en agosto de 1995. Los dos atacantes se identificaron como satanistas, que promulgaron abusos rituales. “Satanás realmente trató de robarme la vida”, contó Alison mucho años más tarde.
Alison se casó con Tienie Botha y escribió un libro llamado “Tengo vida” contando su trágico suceso.
Después de lo que le sucedió, Alison se convirtió en la cara del feminismo en Sudáfrica y ayudó a miles de mujeres para que dejen de callarse. Un año después del fatídico ataque, en 1995, la joven conoció a su esposo Tienie Botha: “Creo que nuestra desesperación mutua fue la base de nuestra amistad cada vez más profunda a medida que nos ayudábamos a salir de la oscuridad”, se emocionó Alison al contar su historia de amor.
La pareja se casó en febrero de 1997 y tuvo 2 hijos. Después de encarrilar su vida y encontrar la felicidad en la familia que había formado, la mujer decidió contar su historia y escribió un libro llamado “Tengo vida”. En 2016, su relato fue llevada al cine con la película “Alison”.
Hoy, Alison Botha es una reconocida oradora y cuenta su historia alrededor del mundo: “El ataque que sufrí me puso en este camino donde puedo viajar por el mundo y ayudar a inspirar a otras personas”, dijo la mujer sobre su nuevo objetivo en la vida.