Lucía Raquel Rosales, de 30 años, admitió el delito de narcotráfico agravado en grado de tentativa tras ser descubierta intentando ingresar 61 gramos de marihuana al penal de Luján ocultos en la ropa de su hija. La Justicia dictó prisión domiciliaria, a pesar de declararla reincidente, debido a que es madre soltera de tres niños con graves problemas de salud.
La historia criminal de Lucía Raquel Rosales, de 30 años, volvió a quedar expuesta este miércoles, cuando la Justicia federal la condenó por segunda vez por delitos de narcotráfico. Rosales, oriunda de Perdriel y madre de tres niños menores, sumó una nueva pena tras admitir que intentó ingresar droga al Complejo Penitenciario Federal VI utilizando a su hija de apenas 3 años como "correo humano".
El reciente hecho que derivó en esta nueva condena ocurrió el pasado 24 de julio. Rosales llegó al citado penal de Luján junto a sus tres hijos para visitar a su pareja y padre de los menores, Fabián Emilio Rodríguez, detenido por causas federales. Durante el control de rutina mediante body scan, el personal penitenciario detectó una imagen "impropia de la anatomía humana" en el glúteo de la menor.
Ante el hallazgo, Rosales entregó un envoltorio de nylon que contenía 50 pequeños paquetitos de colores con marihuana (un total de 61 gramos), listos para ingresar al pabellón donde se encontraba su pareja. El juez federal con funciones de Garantías, Alberto Daniel Carelli, dejó asentado que la maniobra fue frustrada en plena ejecución.
Rosales fue hallada responsable por suministro de estupefacientes a título gratuito en calidad de autora, agravado por haber ocurrido en la sede de una penitenciaría. La pena de tres años de cárcel quedó en grado de tentativa.
Sin embargo, esta no era la primera vez que la joven enfrentaba a la Justicia por drogas:
Además, los investigadores advirtieron la existencia de vínculos entre Rosales y una conocida jefa narco mendocina, también de Luján, llamada Janet Cruz, que también fue condenada este año.
El juez Carelli destacó la gravedad especial de la modalidad elegida (ocultar la droga en la ropa de una niña de 3 años). Por ello, además de la pena de tres años y una multa de $1.560.000, ordenó declarar a Rosales reincidente, impidiendo una condena de ejecución condicional.
No obstante, la situación familiar de Rosales influyó en el cumplimiento de la pena. Como sus tres hijos viven con ella y el padre está detenido, y dado que uno de los menores (12 años) presenta una enfermedad que requiere acompañamiento permanente y otra de 10 años está en tratamiento por hipertiroidismo, el magistrado resolvió que la nueva condena se cumpla bajo la modalidad de prisión domiciliaria en la misma vivienda de Perdriel donde operó el búnker narco en 2021.