La justicia mendocina determinó una multa millonarias a tres turistas de Buenos Aires por haber realizado pintadas sobre piedras en Potrerillos. Durante una audiencia virtual, los imputados reconocieron su responsabilidad, expresaron su arrepentimiento y ofrecieron disculpas públicas. Sin embargo, la Justicia avanzó con una condena económica y comunitaria por los daños causados al patrimonio natural mendocino.

La jueza contravencional Viviana Fernández sancionó a los imputados tras una audiencia realizada este miércoles por videoconferencia. De la audiencia participaron tres de los cuatro imputados: Silvio Guillermo Pérez, María Mercedes Quiroga y Yolanda Graciela Quiroga, quienes admitieron los hechos. Declararon sin abogado, tal como lo permite el Código Contravencional, y se les exhibieron videos y pruebas instrumentales.

Los tres turistas pidieron disculpas al pueblo de Mendoza y a la comunidad de Potrerillos. La jueza consideró sus declaraciones, pero también el costo de los daños, y determinó la aplicación de una multa cercana al mínimo posible que equivale a $2.100.000. El plazo para pagar es de diez días.
Cuál fue la otra sanción que recibieron los turistas

La sanción no fue solo económica. Además de la multa, deberán realizar tareas comunitarias: 20 horas de limpieza en espacios públicos del municipio de Carlos Casares, su ciudad de residencia. Esta obligación será controlada por el Ministerio Público Fiscal y deberá constar en el expediente.

En caso de incumplimiento, la sanción se convertirá en arresto, según lo advirtió la magistrada. La multa ya fue notificada por correo electrónico a los imputados, junto con el boleto de pago correspondiente. Los fundamentos completos de la sentencia se leerán el 6 de agosto por la plataforma Teams.

En un video que rápidamente se viralizó y generó fuerte repudio en redes sociales, la pareja de turistas fue interceptada por un mendocino mientras vandalizaba piedras en Potrerillos con pintura. El caso generó que la vicegobernadora pidiera una sanción para las dos personas sorprendidas, in fraganti.

Al ser increpados, los visitantes se justificaron diciendo que desconocían la prohibición vigente, aunque se mostraron desafiantes ante el reclamo.

"No se hace eso", advirtió con firmeza el conductor mendocino mientras se acercaba a los turistas que había sido sorprendida. Ante la recriminación, los responsables intentaron disculparse, alegando que "no sabían" que estaba prohibido. Aun así, el hombre insistió en que sus nombres, escritos en las rocas, serían difundidos en redes sociales para exponer su conducta. Mientras se alejaba del lugar, fue insultado por una tercera persona mayor que acompañaba a la pareja.