El caso fue descubierto la noche de este miércoles luego de que un hombre se presentó en una comisaría y dijo que su ex cuñada le había enviado fotos de los restos calcinados. La sospechosa se encontraba con prisión domiciliaria.
Un hombre apareció descuartizado en una vivienda de Dorrego, Guaymallén, y una mujer confesó que fue la autora del crimen y dijo que lo hizo porque la víctima había intentado abusar de su hija.
La víctima del crimen de Guaymallén fue identificada como Darío Rodas, de 41 años, cuyo cuerpo fue descuartizado. En total hay tres detenidos, Adriana Suárez, su pareja, y un amigo. Se trata de dos hombres de 35 y 46 años que fueron aprehendidos como coautores del homicidio.
De acuerdo a información policial, el hecho se conoció anoche, cuando efectivos encontraron el torso quemado de un hombre y posteriormente por el hecho resultó detenida una mujer con un extenso prontuario penal, quien se encontraba cumpliendo prisión domiciliaria. La sospechosa confesó a los primeros policías que trabajaron en la escena que atacó a la víctima porque, según su versión, había intentado abusar de su hija.
El hallazgo de los restos se produjo tras una denuncia en sede policial: un hombre de 36 años se presentó en la base de la Comisaría 44° del barrio Unimev y entregó imágenes que le había enviado su ex cuñada. En ellas se veía parte del cuerpo de un hombre con signos de haber sido quemado. Además, dijo que la mujer en cuestión -Adriana Valeria Suárez, de 40 años- se encontraba cumpliendo arresto domiciliario en una casa ubicada en Adolfo Calle al 1900.
Ante la gravedad del material probatorio, personal policial intentó ingresar a la vivienda, pero Suárez se negó a abrir la puerta. Fue entonces que solicitaron una orden de allanamiento para ingresar. Cerca de las 23, uniformados ingresaron al domicilio y hallaron el cadáver descuartizado de un hombre llamado César Rodas, aseguraron fuentes del caso como primera persona asesinada, aunque no descartaban otra identidad. La escena fue preservada y quedó bajo peritajes de Policía Científica.
Suárez fue inmediatamente detenida y quedó a disposición de la fiscal de Homicidios Andrea Lazo, quien investiga el hecho. En su primera declaración, la mujer señaló que el sujeto intentó abusar de su hija, y que por eso decidió atacarlo. Los investigadores no descartaban ninguna hipótesis, aunque hasta pasadas las 23.30 no se había podido corroborar ese relato ni determinar en qué condiciones exactas se produjo el crimen, más allá de que la víctima habría sido quemada en una parrilla.
El caso generó conmoción, no sólo por la brutalidad, sino también por el historial delictivo de la sospechosa. Suárez ya había sido condenada en al menos tres ocasiones por delitos graves, entre ellos robos a mano armada y una entradera violenta cometida en Carrodilla en enero del 2019. Por este último hecho, había recibido una pena de seis años y seis meses de prisión, tras un juicio abreviado en el que admitió su participación junto a su entonces pareja.
En aquel expediente, también había alegado haber sido "arrastrada" a delinquir por presiones de terceros. Se supo que había cometido ese hecho para pagar una deuda de drogas. Suárez logró sortear la cárcel en varias oportunidades por embarazos y beneficios judiciales, incluyendo una libertad condicional que le fue otorgada en 2018. Sin embargo, reincidió a poco de haber sido excarcelada.