En busca de la verdad
En busca de la verdad
Federico Scattareggi fue asesinado con extrema violencia en su local comercial. El acusado, exempleado suyo, fue imputado por homicidio agravado por ensañamiento.
El asesinato de Federico Germán Scattareggi, de 49 años, en el barrio Trapiche de Godoy Cruz conmociona por la brutalidad del ataque y por los nuevos elementos que surgen en la investigación. Este miércoles, el Cuerpo Médico Forense confirmó que la víctima recibió 65 puñaladas, la mayoría por la espalda y tres letales en el tórax, lo que refuerza la hipótesis de un crimen ejecutado con ensañamiento.
Con este dato clave, la fiscal de Homicidios Florencia Díaz Peralta imputó por homicidio agravado a Ángel Gastón Buenaventura, un joven de 18 años que había sido recientemente contratado por Scattareggi como empleado. El agravante por ensañamiento contempla una pena de prisión perpetua, y la fiscal sostiene que el ataque fue intencionalmente cruel, con el objetivo de causar sufrimiento antes de matar.
La investigación, que en un principio barajaba varias hipótesis, comenzó a centrarse en un posible móvil económico. Scattareggi le habría transferido una suma de dinero al acusado días antes del crimen, y familiares de la víctima aseguran que Buenaventura solía pedirle adelantos de sueldo. "No le quiso adelantar más plata. Vivía pidiendo adelantado. Tiene antecedentes por violencia", escribió una familiar en redes sociales.
.jpeg)
Ángel Gastón Buenaventura es el único detenido e imputado por el brutal homicidio de Federico Germán Scattareggi.
Buenaventura fue detenido el martes por la mañana en un domicilio de Luján de Cuyo, luego de que su madre confirmara a los investigadores que tenía cortes en sus brazos y contara detalles de sus últimas horas. En su primera audiencia, el acusado se abstuvo de declarar y quedó alojado en una unidad carcelaria.
El crimen fue descubierto el lunes por la tarde, cuando el hermano de Scattareggi encontró su cuerpo en el local "Pancho Grande", cerrado con candado y con manchas de sangre visibles. La mayor parte del ataque se habría producido en el baño del comercio, donde se hallaron signos de lucha.
Durante los allanamientos, la Policía encontró ropa con sangre, cuchillos, papel tissue ensangrentado y el celular de la víctima. Además, se constató que las cámaras de seguridad del local habían sido saboteadas, lo que refuerza la teoría de una acción premeditada.
La autopsia reveló que las lesiones fueron aplicadas en forma repetitiva y sistemática, descartando un accionar impulsivo. Por eso, la fiscal Díaz Peralta desestimó la versión de la defensa, que intentó instalar que se trató de un acto en defensa propia durante una supuesta discusión en el baño.
Federico Scattareggi, dueño de un local de comidas rápidas, fue hallado apuñalado. El principal sospechoso tiene 18 años y asegura que actuó en defensa propia.
Buenaventura ya contaba con antecedentes por lesiones graves y por un episodio en el que atropelló a una persona y se dio a la fuga, por lo que había estado detenido previamente. Su reincorporación laboral, según relataron familiares de la víctima, se dio cuando pidió una segunda oportunidad alegando que iba a ser padre.
La investigación sigue su curso con la incorporación de pruebas periciales y el análisis del contenido del celular de la víctima, mientras el acusado enfrenta una imputación que podría llevarlo a prisión de por vida.
.webp)
