Este martes sigue el debate en los Tribunales II y hay grandes expectativas por lo que pueda decir Brenda Agüero, la principal acusada. Una por una, las pruebas que la complican. También expondrán los otros diez imputados.
Este martes continúa el juicio por la muerte de los cinco bebés en el Hospital Neonatal de Córdoba. Tras la presentación del caso y los alegatos, comienza la ronda de exposiciones de los 11 imputados y hay grandes expectativas por la declaración de la enfermera Brenda Agüero.
La principal acusada, que está detenida desde agosto de 2022 en el penal de Bouwer, anticipó que va a ejercer su defensa material y responderá preguntas de la querella en la segunda jornada del debate. Las familias de las víctimas no podrán estar presentes durante su testimonio, pero en su lugar estarán sus representantes legales para escuchar atentamente sus fundamentos.
De acuerdo a lo que pudo saber TN, se vienen semanas intensas con audiencias largas y el paso de alrededor de 250 testigos, entre ellos, peritos, médicos y familiares de los recién nacidos, que intentarán reconstruir los hechos ocurridos entre marzo y junio de 2022.
Al finalizar la primera jornada, el letrado de las familias víctimas, Carlos Nayi, dijo en diálogo con TN: "Fue un día de alto voltaje. Todas las partes expusieron sus argumentos y lo que intentan probar. Tenemos más de 79 audiencias por delante". Además, se mostró expectante por lo que pueda decir la enfermera.
La audiencia que le dio inicio al debate tuvo varios condimentos desde el principio. Unos minutos antes de que comenzara, Agüero se largó a llorar desconsoladamente.
Todo sucedió cuando los magistrados permitieron pasar a las cámaras de televisión. La imputada fue consolada por su abogado, quien la tomó del brazo, y por su madre. Luego, la policía que la custodiaba le acercó un vaso de agua y se tranquilizó.
Para Nayi, todo fue una puesta en escena para intentar mostrarse movilizada: "Nunca se conmovió, nunca lloró, nunca pidió perdón ni demostró empatía con la víctima. En este caso no es una, fueron trece víctimas: cinco muertes y ocho sobrevivientes. Este llanto tiene que ver con la presencia de un tribunal que ella interpretó como un pelotón de fusilamiento frente a una acusación muy grave".
Una de las partes más cuestionadas por los querellantes fue la presentación de Gustavo Nievas, el letrado de Agüero, que le habló al jurado popular y enumeró 10 puntos que intentará demostrar durante el juicio para probar la inocencia de su defendida.
Entre los enunciados más fuertes, dijo: "Voy a probar que no todos los bebes murieron por la misma causa, hubo bebés que murieron por asepsia generalizada, bebés que murieron por descuidos, hubo bebés que murieron por enfermedades heredadas de la madre y nadie dice nada de esto. Yo se los voy a probar así se enojen las madres, se enojen los querellantes".
También aseguró que demostrará que "en 2022 había remedios delicados que debían estar bajo llave y que estaban repartidos por todos lados en mesas sin ningún tipo de control". Y planteó: "Voy a probar que en el contenido del teléfono de Brenda Agüero ella no había bajado ningún PDF, lo recibió de un grupo. Razón por la cual la cuestión de que era sospechosa porque estaba bajando información para matar bebés es otra mentira".
Por su parte, los defensores de los otros diez imputados también tomaron la palabra e indicaron que mostrarán que sus clientes no estuvieron involucrados ni encubrieron el horror que ocurría puertas adentro del centro de salud.
La clave que destrabó el avance del caso y permitió que la Justicia eleve a juicio la causa fue la llegada de los resultados de dos informes: uno que mostró cómo y por qué murieron los recién nacidos -basados en las autopsias, historias clínicas y pericias- y el otro, vinculado al perfil criminal de la supuesta persona que cometió los delitos. Estos informes fueron fundamentales para ratificar que la enfermera era el nexo común entre todas las víctimas.
En un primer momento, las autoridades del hospital realizaron un listado de todas aquellas personas que participaron en los casos para ver si se acercaban a un nombre. Fue entonces que dieron un primer nombre: Brenda Agüero, una enfermera del hospital que había intervenido en todas las ocasiones. Pero había que determinar cómo lo había hecho y si su perfil coincidía con los hechos.
"Según los resultados, estamos frente a crímenes seriales. ¿Por qué? Porque hay una serie de patrones en común.Ella escogía a sus víctimas: todos recién nacidos, todos fueron atacados en sus primeras horas de vida, todo ocurrió en el mismo hospital, todos murieron por los efectos de la misma sustancia, todos resultaron inyectados en el mismo turno", describió el informe del perfil criminal al que tuvo acceso TN.
Cuando se exhumaron los cuerpos de dos víctimas, las autopsias mostraron altos niveles de potasio que los llevó a la muerte. "Se trataba de un factor exógeno, extraño, no compatible con una patología ni con una indicación médica", señaló. En ese sentido, se detectaron pinchazos en las espaldas o muslos posteriores de los bebés. La principal hipótesis indica que la imputada actuaba en la sala de recuperación sola y se cree que, por una cuestión de tiempos, mientras alzaba a los bebés los inoculaba con la ropa puesta.
Uno de los pasajes del documento en el que se argumentaron los motivos por los que se elevó a juicio la causa toma como disparador el caso de Francisco, el primer bebé fallecido: "Se aportaron fotografías y videos en las que resultan por demás ilustrativas las condiciones físicas inmejorables de 'Francisquito' instantes después de su llegada al mundo; luciendo su vida plena, que le sería quitada por la acción humana deliberada de la traída a proceso AGÜERO, quién llevó adelante su propósito homicida frente al ser más vulnerable de la especie humana, en el estado de mayor necesidad de cuidado, respeto y asistencia, aprovechando la soledad del recién nacido lejos de su madre, obrando con total desprecio por la vida y los deberes de su profesión".
Es que, de acuerdo al perfil realizado, la persona en cuestión tenía una "habilidad especial en la inoculación", algo que se comprobó no solo con diferentes testimonios sino basándose en las pericias que se tomaron de la computadora y celular de la enfermera: "Ella era una alumna destacada en dosificación, había hecho capacitaciones. Incluso en su teléfono tenía material específico sobre el potasio, sus efectos y cómo reanimar a un recién nacido". Además, era una de las pocas personas que poseía acceso libre a ampollas sin tener que dejar registro de su retiro.
En busca de más elementos, peritaron su celular y encontraron que la mujer de 29 años había googleado cómo dosificar potasio e insulina. También leyó en internet sobre técnicas de reanimación en menores, sustancias que generan paros cardíacos en bebés y un texto sobre cómo actuar durante el duelo por la muerte de un nene, entre otras cosas
Otro punto fueron las pericias psicológicas, que aludieron que el o la homicida era alguien que tiende a sobresalir y a destacarse. "En esas situaciones ella se mostraba como la salvadora. Siempre era ella la que reportaba si alguno se sentía mal o estaba descompensado, entonces se generaba eso deque 'menos mal que Brenda se dio cuenta y actuó rápido'". (TN)