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Avanza la causa por el asesinato del comerciante en Godoy Cruz: los estudios genéticos complicaron al único detenido

La fiscal de Homicidios, Florencia Díaz Peralta, incorporó al expediente elementos genéticos y forenses que confirmaron el carácter violento y premeditado del ataque. 

Lunes, 4 de Agosto de 2025

La investigación por el brutal asesinato de Federico Germán Scattareggi (49) en su local de comidas rápidas en el barrio Trapiche de Godoy Cruz ha dado un giro crucial con el avance de nuevas pruebas, que refuerzan la acusación contra Ángel Gastón Buenaventura, el joven de 18 años que trabajaba para la víctima y está señalado como el autor del crimen.

La fiscal de Homicidios, Florencia Díaz Peralta, incorporó al expediente elementos genéticos y forenses que confirmaron el carácter violento y premeditado del ataque, lo que llevó a la imputación de Buenaventura por homicidio agravado por ensañamiento, un delito que conlleva la pena de prisión perpetua en caso de ser condenado.

El asesinato de Scattareggi fue descubierto el 26 de mayo cuando su hermano ingresó al local de comidas rápidas "Pancho Grande" y encontró el cuerpo sin vida del comerciante. El informe del Cuerpo Médico Forense reveló que la víctima recibió 65 heridas cortopunzantes, la mayoría en la espalda, lo que sugiere que fue atacado por sorpresa mientras intentaba escapar o ya estaba reducido. Tres de estas lesiones fueron letales, afectando órganos vitales en el tórax.

Además, los peritajes de ADN realizados en la escena confirmaron que Buenaventura estuvo en el lugar del crimen. Restos de piel hallados debajo de las uñas de Scattareggi correspondieron al joven, lo que indicó que la víctima intentó defenderse durante el ataque. También se hallaron manchas de sangre en las zapatillas de Buenaventura, compatibles tanto con la víctima como con su propio perfil genético. Estas pruebas reforzaron la hipótesis de que Buenaventura estuvo presente en el lugar durante el homicidio.

El análisis de la suela de sus zapatillas coincidió con las huellas encontradas en el piso del local, lo que proporcionó otro indicio clave que lo ubicó en la escena del crimen.

Aunque inicialmente se manejaron varias hipótesis sobre el móvil del asesinato, la teoría que cobró mayor fuerza en la investigación es la de un conflicto económico. Scattareggi había contratado a Buenaventura como empleado en su local, y, según los investigadores, días antes del crimen, el comerciante le había transferido dinero al joven. Al parecer, Buenaventura insistió en nuevos pedidos de adelanto, los cuales Scattareggi rechazó, lo que habría desencadenado el ataque como una venganza.

La familia de la víctima también contribuyó a esta teoría, señalando que Buenaventura tenía antecedentes de violencia y problemas con la ley, incluyendo un incidente en el que atropelló a una persona y la abandonó. A pesar de su historial, Scattareggi lo había reincorporado al trabajo, aparentemente debido a que Buenaventura iba a ser padre, lo que generó una mayor cercanía entre ellos.

Tras la investigación, Buenaventura fue arrestado en una vivienda en Luján de Cuyo. La pista que llevó a su captura surgió de los testimonios iniciales y el aporte clave de su madre, quien reconoció que el joven tenía lesiones recientes en sus manos, compatibles con cortes defensivos de la víctima durante el ataque.

El joven fue imputado formalmente pero se abstuvo de declarar en su primera audiencia. Actualmente, se encuentra detenido en el penal, y se espera que esta semana se realice la audiencia de prisión preventiva. La fiscal Díaz Peralta presentará el pedido ante la jueza Mirna Elisa Montaldi, del Juzgado Penal Colegiado Nº2, para solicitar la medida cautelar.

La necropsia realizada al cuerpo de Scattareggi permitió reforzar la interpretación de la fiscalía sobre el agravante de ensañamiento. Las múltiples puñaladas, realizadas de forma reiterada y sistemática, evidencian una intención clara de causar sufrimiento extremo, lo que hace que el homicidio sea aún más cruel y desproporcionado.

Con el cúmulo de pruebas, incluida la evidencia biológica, el contexto económico y los resultados forenses, la fiscal solicitará esta semana la prisión preventiva de Buenaventura, y en caso de que se dicte, el siguiente paso será llevar el caso a juicio.