El emprendedor y empresario maipucino, Daniel Guerrero, escribió una carta abierta al goberno.
Daniel Guerrero, un empresario maipuno dedicado entre otras cosas al sector inmobiliario, lanzó una dura crítica al gobierno provincial. Aquejado, entre otras cosas, por la carga impositiva a la que es sometido, el hombre que se presenta como referente emprendedor, se despachó con lujo de detalles sobre la situación que padece el empresariado y la sociedad.
Esa frase, tan simple como contundente, resume el drama cotidiano que vivimos miles de mendocinos. No importa si somos emprendedores, trabajadores, jubilados o jóvenes que sueñan con su primer empleo: la angustia de llegar a fin de mes nos atraviesa a todos.
Como emprendedor, recorro día a día los barrios, los comercios, las obras y los campos de nuestra provincia. Y veo lo mismo en cada mirada: incertidumbre. No hay ventas, no hay consumo, no hay alivio. La recesión no es un titular de diario: es una realidad que golpea nuestras casas, nuestras pymes y nuestros sueños.
Las pequeñas y medianas empresas, que somos el corazón productivo de Mendoza, estamos ahogadas por la presión impositiva, la caída de la demanda y la falta de crédito. No pedimos privilegios. Pedimos reglas claras, estabilidad y políticas que incentiven a producir, no a cerrar las persianas.
Nuestros trabajadores viven con salarios que no alcanzan ni para lo básico. Nuestros jubilados, con haberes que no reconocen una vida de esfuerzo. Y nuestros jóvenes se van del país porque sienten que aquí no tienen futuro.
No queremos resignarnos. Queremos soluciones. Queremos políticas que pongan en marcha la rueda del trabajo, del consumo, de la dignidad.
Desde mi lugar, como referente emprendedor, quiero alzar la voz por todos los que no se resignan. Quiero construir una Mendoza donde valga la pena emprender, trabajar y quedarse. Donde las heladeras vuelvan a estar llenas, y las facturas -las de servicios y las de impuestos- no se coman el salario ni la esperanza.
A los mendocinos de bien, que luchan en silencio cada día, les digo esto: no estamos solos. Es momento de unirnos, de escuchar, de proponer, y de dar el paso hacia un modelo que defienda lo nuestro. Que apueste por Mendoza. Que respete al que produce y protege al que más lo necesita.
Hoy más que nunca, los emprendedores, los trabajadores y los jubilados debemos estar juntos. Porque juntos vamos a volver a levantar a Mendoza.