El ex secretario General de la presidencia en los dos períodos de Carlos Menem en el Gobierno habló sobre la serie protagonizada por Leonardo Sbaraglia y compartió anécdotas con figuras de la talla de Madonna o la reina Isabel II.
Alberto Kohan, secretario general de la Presidencia durante los gobiernos de Carlos Menem en los años "90, brindó una extensa entrevista a Marina Calabró en El Observador 107.9, en la que recordó anécdotas y vivencias de una de las décadas más transformadoras de la Argentina. La charla se dio en el marco del estreno de la serie Menem: el poder y la gloria, protagonizada por Leonardo Sbaraglia, que se presenta este 9 de julio en la plataforma Amazon Prime Video.
Kohan, de 85 años, reveló que mantuvo encuentros con Sbaraglia para ayudarlo en la caracterización del expresidente. "Estuve reunido con Sbaraglia dándole un panorama de todos los años que pasé junto a Carlos Menem desde que lo conocí en 1973, años que agradezco haber vivido y estado junto a él", contó el ex funcionario. Durante esos encuentros, le transmitió al actor "todo lo que yo sentía que Menem sentía" y lo describió como "un gran actor, un gran tipo".
Sin embargo, Kohan aclaró que no firmó la cesión de derechos que le solicitó la productora. "Yo pregunté: "¿En qué me van a firmar a mí para respetar lo que yo diga?" Como no es política de Amazon hacer eso, mi política es no comprometerme con nada", explicó, manteniendo así su libertad para opinar sobre el producto final. "Yo quiero tener la libertad, si me gusta decir que me gusta y si no me gusta decir que no me gusta", añadió.
El ex secretario general expresó su confianza en que la serie respetará el legado menemista: "Confío que ese "Menem lo hizo", que son muchas las cosas que Menem hizo, seguramente va a ser respetado porque es imposible de borrar". Entre los logros que mencionó destacó "la privatización de los medios de comunicación, gracias a eso hay tantos medios privados".
Al ser consultado sobre el atractivo que generan los años "90, Kohan lo atribuyó a las "transformaciones muy importantes" de esa época. "Acuérdese que antes no se podía hablar por teléfono, se cortaba la luz en el verano y el gas en el invierno y mil cosas que se hicieron en esa época", recordó, defendiendo el balance de la gestión menemista.
"Cuando uno está 10 años y medio en el gobierno, pasan cosas que uno no quisiera que pasen, pero el tema es el balance y el balance de Menem fue totalmente favorable", sostuvo. "No se puede ideologizar un gobierno, una gestión, sí se puede balancear y el balance es totalmente bueno", agregó.
Kohan destacó el reconocimiento del actual presidente Javier Milei hacia Menem, agradeciendo "el gesto que ha tenido al poner el busto de Menem en la Casa Rosada que estuvo guardado durante 7 u 8 años escondido por ahí". "Eso es reconocer a un presidente histórico para la Argentina", subrayó.
El ex funcionario también coincidió con la famosa frase publicitaria de los "90: "Menem lo hizo y es verdad que Menem lo hizo: hizo la ruta 2, el puente Rosario-Victoria, miles de cosas". Esta frase, que originalmente fue parte de una campaña publicitaria lanzada en julio de 1999, aprovechó un resquicio legal que permitía al gobierno usar segundos de televisión gratuitos a cambio de multas que los canales debían por infracciones.
Sobre la velocidad de los cambios en esa época, Kohan reflexionó: "Era una velocidad loca, se vivía a gran velocidad. Si yo me pongo a pensar que asumió Menem en el año 89, hace 40 y pico de años, es increíble lo que pasó, el tiempo, todo lo que pasó en ese tiempo".
Al describir los aspectos esenciales de la personalidad de Menem que le transmitió a Sbaraglia, Kohan se centró en tres conceptos clave: "la definición, conformación y ejecución del poder". "Menem era un hombre que tenía poder y lo aplicaba", explicó. "Él decía que el poder no se comparte ni aún con quien se duerme".
Kohan caracterizó al ex presidente como alguien con "una forma de pensar muy oriental" y con "un estilo muy oriental" para manejar el poder. "Un hombre que nació en Anillaco, hijo de padre sirio, la primera generación que llega hasta lo más alto, presidente de la nación, pero no perdió sus raíces. La sangre no se hace agua", le explicó a Sbaraglia. "Él mantuvo sus raíces y las mantuvo perfectamente bien con la serenidad y la firmeza que supone tener poder total".
Kohan también reveló una curiosa anécdota sobre el rodaje en Anillaco: "Todo el tiempo se le acercaba gente a Sbaraglia, a Griselda Siciliani, a todos los actores se les acercaba gente que les contaba "yo fui esto de Menem, yo fui esto, yo soy primo de Menem, yo fui primo lejano"". Los actores "estaban completamente fascinados porque en Anillaco Menem es como si fuese Dios", contó.
Durante la entrevista, Kohan compartió múltiples anécdotas sobre los encuentros de Menem con personalidades internacionales, recordando una época en que "esas diferencias ideológicas no impedían el respeto y la cercanía personal de los líderes políticos".
Sobre el almuerzo con la reina Isabel II en el Palacio de Buckingham, Kohan recordó: "Nos dieron un curso antes de entrar sobre el protocolo, no se podía tocar a la reina, pero Menem llegó, la abrazó, la besó, le entregó un regalo que le había llevado regalo. La verdad es que fue muy agradable la comida con la reina". También mencionó encuentros con Lady Di, quien "almorzó con nosotros en Olivos", y con la Madre Teresa de Calcuta en "un consistorio en Roma".
El encuentro con Madonna también quedó grabado en su memoria: "Sí recuerdo que ella vestía de una manera divertida, sugerente", dijo cuando se le preguntó sobre la anécdota de que Menem no paraba de mirarle el busto a la cantante. También recordó haber conocido a los Rolling Stones, a quienes Menem les regaló habanos de Fidel Castro.
Una de las anécdotas más curiosas fue justamente la relación con Fidel Castro. "Yo he sido procubano y anticastrista siempre", aclaró Kohan. "Respeto mucho al pueblo de Cuba como un pueblo peleador". Recordó que Castro le regalaba habanos a Menem y que el presidente argentino le enviaba vinos: "No sabíamos quién la iba a pasar mal primero, o Fidel con el vino o Menem con los habanos".
En una visita a Cuba, Castro le preguntó: "¿Me trajiste las botas que me prometió tu presidente?". Kohan no sabía qué responder: "Yo no sabía qué decirle. Imagínense estando con Fidel". Como resultado de esa conversación, "tengo un papel, un cartón por ahí guardado donde dibujé el pie de Fidel Castro para mandarle las botas".
También recordó la "mucha relación" que tuvieron con Nelson Mandela, facilitada por Hugo Porta, quien fue embajador argentino en Sudáfrica. En una anécdota reveladora, contó que durante un desfile militar en Sudáfrica, "los tres jefes de la fuerza armada" le preguntaron: "¿Cómo ha estado Hugo? ¿Cómo está Hugo Porta?". "La admiración que había por el rugbier era tal que fue el único embajador que rechazaba invitaciones".
Kohan también reveló su papel en el acercamiento entre Menem y Domingo Cavallo, el ministro de Economía que ideó e implementó el Plan de Convertibilidad: "Yo le presenté a Cavallo a Alfonsín cuando se fue [Bernardo] Grinspun y de ahí en más siempre lo acompañé a Cavallo en todo, y se lo presenté a Menem también".
Sobre Zulema Yoma, la ex esposa de Menem, Kohan expresó su preocupación: "Espero que no sufra. Ha sufrido mucho en su vida y espero que la hayan tratado con respeto en la serie porque se merece respeto".
En el plano personal, Kohan, casado "con la misma mujer con mucha alegría hace más de 52 años", mantiene vínculos con la política actual a través de su nieto Fidel Kohan, quien milita en La Libertad Avanza. Con humor, explicó el origen del nombre: "Ese nombre es por Castro", aunque aclaró que su nieto "salió del otro palo" ideológicamente, ubicándose "en las antípodas del pensamiento político" de su abuelo en relación a Cuba.