Mendoza Redacción Mnews

Accionar de un sindicato atenta contra fuente de trabajo de mendocinos

El accionar extorsivo de UTHGRA: ¿Defensores de trabajadores o verdugos de la gastronomía mendocina?

Sabado, 26 de Abril de 2025

En un contexto donde la gastronomía y la hotelería mendocinas luchan por mantenerse a flote tras largos meses de crisis económica, pandemia y una temporada turística que dista de ser la soñada, la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (UTHGRA), Seccional Mendoza, parece haber elegido el peor momento para desatar una ofensiva que muchos empresarios y trabajadores del sector califican de "extorsiva" y "destructiva". Bajo el pretexto de velar por los derechos laborales, el gremio ha intensificado inspecciones en locales gastronómicos y hoteleros del Gran Mendoza, pero su accionar trasciende la mera fiscalización: se ha convertido en una cacería que amenaza con asfixiar a los mismos negocios que sostienen las fuentes de trabajo que UTHGRA dice defender.

Inspecciones implacables en un sector al borde del colapso

El cuerpo de inspectores de del sindicato dirigido por Humberto Montivero ha desplegado una serie de operativos en restaurantes, bares y hoteles, con un rigor que no admite concesiones. Según testimonios de empresarios gastronómicos, estas inspecciones van más allá de verificar el cumplimiento de normativas laborales; se perciben como una estrategia de presión que busca imponer multas desproporcionadas y generar un clima de temor. "Nos tratan como si fuéramos delincuentes, cuando estamos haciendo malabares para pagar sueldos y mantener los locales abiertos", asegura un reconocido dueño de un restaurante en el centro mendocino, quien prefirió mantener su anonimato por miedo a represalias.

La gastronomía y la hotelería de Mendoza no atraviesan su "momento de esplendor", como el propio gremio debería saber. La inflación galopante, el aumento de costos operativos y la caída del consumo han puesto al sector en una situación de extrema fragilidad. Según datos de la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica y Afines (AEHGA), muchos negocios operan al 50% de su capacidad, y algunos han tenido que reducir personal o cerrar sucursales para sobrevivir. En este escenario, los empresarios se preguntan: ¿cómo es posible que UTHGRA, en lugar de apoyar la preservación de empleos, opte por una actitud que parece diseñada para ahogar a los empleadores?

¿Defensa de los trabajadores o especulación gremial?

UTHGRA Seccional Mendoza se jacta de representar a más de 8.000 afiliados y de luchar por un "orden social justo", según reza en su página oficial. Sin embargo, su accionar reciente plantea serias dudas sobre sus verdaderas intenciones. Lejos de promover el diálogo con los empresarios, el gremio parece haber adoptado una postura beligerante, utilizando las inspecciones como una herramienta de coerción. "Nos piden documentación de todo, revisan hasta el último detalle, y si encuentran una mínima irregularidad, la sanción es desmedida. Es como si quisieran que cerremos", denuncia una empresaria hotelera.

El caso de un conocido local gastronómico en el Gran Mendoza ilustra la magnitud del problema. Tras una inspección de UTHGRA, el establecimiento recibió una multa exorbitante por supuestas irregularidades en la registración de un empleado temporario, a pesar de que el negocio había implementado medidas para regularizar su situación en medio de la crisis. "Estamos tratando de salir adelante, de mantener los puestos de trabajo, pero el gremio no nos da tregua. ¿Dónde está la defensa de los trabajadores si su actitud nos lleva a cerrar?", se pregunta el dueño.

Una paradoja insostenible

La ironía es evidente: UTHGRA, que se presenta como el paladín de los derechos laborales, está poniendo en jaque las mismas fuentes de trabajo que dice proteger. En un momento en que los empresarios gastronómicos y hoteleros mendocinos hacen esfuerzos titánicos para no despedir personal, pagar sueldos y cumplir con las obligaciones fiscales, las inspecciones desmedidas del gremio no solo atentan contra la viabilidad de los negocios, sino que también generan un clima de desconfianza y hostilidad. "Nos sentimos extorsionados. Si no cumplimos con lo que ellos quieren, nos amenazan con más inspecciones o con paralizar el negocio", revela otro comerciante.

La situación no es nueva. En 2021, UTHGRA Mendoza ya había sido señalada por prácticas similares, como cuando denunció a la empresa Foodrush por irregularidades, pero enfrentó críticas por no lograr avances concretos en la mejora de las condiciones laborales. Más recientemente, el gremio fue cuestionado por su respuesta tibia frente a la muerte de un trabajador en un súper top restaurante, donde se limitó a ofrecer apoyo psicológico en lugar de exigir responsabilidades claras. Estos antecedentes refuerzan la percepción de que UTHGRA prioriza su poder de negociación sobre el bienestar real de los trabajadores y la sostenibilidad del sector.

Un llamado al sentido común

Es innegable que los derechos laborales deben ser protegidos, y que el trabajo informal es un flagelo que afecta tanto a los empleados como a los empleadores que cumplen con la ley. Sin embargo, la solución no puede ser una guerra declarada contra los empresarios que, en muchos casos, son pequeños y medianos emprendedores que arriesgan su capital para mantener viva la industria gastronómica y hotelera de Mendoza.