El sector privado sigue trabajando con el Gobierno provincial para promover el engorde en suelo mendocino y alcanzar la meta del 30% de autoabastecimiento.
Desde el sector se suele destacar que en la provincia se produce apenas el 10% de lo que se consume. Esto, porque los mendocinos comen unos 400 mil novillos al año, pero, en los últimos 20 años, nunca se superó la producción anual de 50 mil cabezas; aunque se está cerca. Es decir, que las oportunidades para crecer son claras. De hecho, un objetivo compartido por los productores y el Gobierno provincial es alcanzar el 30% de lo que se consume para 2030.
Ramiro Labay, presidente de la Cámara de Comercio, Industria, Agricultura, Ganadería, Vial y Servicios de General Alvear, indicó que el sector privado necesita generar sistemas ganaderos más eficientes para lograr alcanzar y superar esas 50 mil cabezas. Subrayó que existen paquetes tecnológicos que permiten alcanzar un mayor porcentaje de preñez y que no requieren de una inversión en dinero, porque se trata de herramientas de manejo. Sí implican “cambiar la cabeza” del productor; algo que las nuevas generaciones están entiendo con mayor rapidez.
Los ganaderos mendocinos se han especializado, históricamente, en la cría de ganado vacuno en las áreas de secano. Esto significa que la gran mayoría de los terneros se lleva a otras zonas del país para la recría y el engorde, y regresan para la faena o, incluso, ya faenados. Los feed lot ofrecen la posibilidad de modificar este panorama y completar el ciclo en Mendoza, como también el destinar tierras bajo riego -en donde se producían frutales, viñedos u hortalizas- al cultivo de forrajes.
Otra herramienta es la Ley 7074, sancionada a fines de 2002, que crea el Programa Provincial de Fomento Ganadero. Esta iniciativa busca incentivar la ganadería en la provincia, tanto a nivel de cría, recría y engorde, para aumentar la producción de carne en tierras bajo riego.
Roberto Ríos, director de Ganadería de la provincia, detalla que a los productores que adhieren se les paga el 10% de los kilos que engordaron los animales durante un año. Eso implica que, si ganaron 200 kilos, la provincia les paga el importe correspondiente de 20. Y si los faenan en Mendoza, se les abona un 5% adicional, para también fomentar la actividad de los frigoríficos.
Resalta que ahora se está pagando la temporada 2022/2023, cuando el kilo de novillo tenía un precio de $800, mientras en la actualidad ronda los $2.800. Sin embargo, también destacó que los establecimientos invierten más de $3.000 millones para acceder a un pequeño subsidio, que es una ayuda que se da desde el Gobierno para incentivar la ganadería local.
El Programa Provincial de Fomento Ganadero ofreció $1.383 millones de financiamiento para la temporada 2022/2023 y se produjeron 49.743 animales en la provincia. En cambio, en 2015/2016, cuando apenas se destinaron $324 millones, se llegó a las 14.325 cabezas. Para 2025, se han comprometido a sostener este acompañamiento a la actividad, con la meta de ir incrementando el abastecimiento local de carne.
Labay señaló que el programa realmente funciona como un fomento a la ganadería bajo riego. Explicó que la zona de secano tiene un techo para la cría y que existe la posibilidad de generar más kilos en la provincia, con el cultivo de materia verde, como alfalfa y sorgo, en las áreas irrigadas.
La ley 7074, destacó, le da un plus al productor por los kilos que ganan los animales en Mendoza y le permite ser un poco más competitivo y compensar el sobrecosto asociado a las distancias con los centros de producción de granos, donde se concentran los engordadores de ganado. El maíz, resaltó, es la base de la alimentación de los bovinos y los fletes encarecen el engorde local. Sin embargo, el importe que paga el programa de fomento permite casi equiparar las condiciones con respecto a otras provincias.
Aportó que, si bien es un programa que está abierto a todos los productores, en general lo aprovechan los grandes, por lo que sería importante darle más difusión entre los medianos y pequeños. Indicó que uno de los inconvenientes es que, para adherirse, es necesario trabajar en la formalidad y cumplir con los requerimientos del Senasa y la Dirección de Ganadería, pero destacó que se trata de trámites sencillos.
Gabriel Brega, titular de la Cámara de Comercio, Industria y Agropecuaria de San Rafael, resaltó la articulación público-privada para mejorar los caminos ganaderos, en la que los mismos productores han aportado dinero para el combustible que utilizan las máquinas de Vialidad. Sumó que se está terminando de construir el acueducto Monte Comán – La Horqueta, que también es muy beneficioso para la actividad.
Indicó que todo esto es esperanzador, porque la ganadería venía muy complicada por el mal estado de los caminos y la sequía, que no es algo que se pueda controlar, pero este año han tenido muy buenas lluvias, por lo que esperan que crezca la cantidad de cabezas.