Los mendocinos podrán disfrutar de la tradicional fiesta patronal de la Virgen del Rosario que se celebra en la centenaria capilla ubicada en el secano, muy cerca de límite con San Juan y San Luis. La fiesta será mañana domingo, pero como siempre, los asistentes empiezan a llegar un par de días antes, a partir del viernes, en una previa en la que se mezcla el mendocino o el turista de zonas urbanas con los puesteros y habitantes del desierto que arriban de toda la provincia.

Abundan las comidas y los bailes, las guitarreadas, con gauchos reales yendo y viniendo en un ambiente folclórico y cultural único e incomparable previo a la festividad religiosa. 

Hombres y equipos de Vialidad estuvieron durante varias semanas, trabajando sobre la traza de suelo natural que surca remotas zonas de arenales hasta lo que fue, hace más de dos siglos, uno de los centros poblados huarpe más importantes de la provincia, con su sistema de lagunas conocidas como las Lagunas de Guanacache. 

Cómo cada año, la Dirección Provincial de Vialidad, le da especial atención a este camino ya que las fiestas patronales convocan masivamente hasta a 40.000 visitantes. 

Para poder hacer la tarea de conservación de la traza, se necesita agua en una zona desértica, por lo que demanda el transporte de camiones que puedan proveerla, ya que es fundamental para asentar el camino y dejarlo transitable una vez que las máquinas terminan su trabajo. 

Los operarios de Vialidad Mendoza que se internan en el desierto durante dos o tres semana, quedándose a dormir en trailers durante los días laborables y regresando a casa los fines de semana, ya que la distancia de 122 kilómetros con la ciudad de Mendoza complicaría la faena si tuvieran que ir y regresar cada día.