“Son adultos en situación de vulnerabilidad”, señalaron desde Aconar, la organización civil que busca concientizar a la sociedad.
La contratación de personas de talla baja para “animar” shows, ya sean fiestas de egresados, casamientos y despedidas de solteros -entre otros eventos-, es algo que ocurre desde hace varios años. No solo en la Argentina, sino también en otros países. Si bien algunas personas lo consideran “entretenido”; para otras, puede ser denigrante.
Existen agencias que exclusivamente se dedican a brindar los servicios de gente que tiene Acondroplasia. Dependiendo de cada una, el valor para contratar a una persona con enanismo disfrazada es de aproximadamente $50.000 por dos horas, según pudo saber TN.
Andrea Freschina, fundadora y coordinadora general de Acondroplasia Argentina (Aconar), una asociación civil que busca concientizar a la sociedad sobre este tema, explicó: “Hay una línea muy difusa, porque muchos podrán decir que son adultos responsables y toman decisiones. Pero también son adultos en situación de vulnerabilidad y toman decisiones que tal vez no sean las más acertadas para su bienestar”.
Personas de talla baja que fueron contratadas para un evento.
Personas de talla baja que fueron contratadas para un evento.
“Son trabajos denigrantes, porque el punto es hacer reír a los otros en base a mi imagen corporal o por portar un cuerpo diferente. En estos casos el Estado debería intervenir, porque la única salida laboral no tiene que ser esta. Si hubiera algún dispositivo estatal que los apoyara, que los ayudara en la búsqueda de un trabajo digno, no elegirían esto”, continuó en diálogo con TN.
Freschina señaló que desde la organización ven con mucha “preocupación” este tipo de situaciones: “No queremos que ese sea el futuro para nuestros hijos -tiene un hijo con Acondroplasia-, por eso fomentamos el estudio, la capacitación, la búsqueda de un oficio o de un empleo que sea digno y que nos ayude a ser autosuficientes en su futuro económico y laboral”.
En este sentido, también explicó que sobre esta y el resto de las displasias esqueléticas que causan enanismo siempre pesó “un gran estigma y un prejuicio, pensando que solo son válidas para espectáculos cómicos, para hacer reír a los demás y para divertir”.
“Estamos hablando de una discapacidad que provoca risa y burla, debe ser la única que provoca risa. Hoy socialmente no podríamos ni pensar en reírnos de una persona que tuviera otro tipo de discapacidad. Sin embargo, con la Acondroplasia sí está permitido reírse o burlarse”, consideró.