La justicia de Chile ordenó resarcir a 31 de ellos por daños morales. Las imágenes del rescate recorrieron el mundo.
La Corte Suprema de Chile resolvió esta semana que el Estado deberá indemnizar con un total de U$S 1.4 millones a 31 de los 33 mineros que en 2010 pasaron 68 días atrapados en un túnel a 720 de profundidad en la mina de San José, en el Desierto de Atacama.
Así, el máximo tribunal chileno rechazó el recurso del Consejo de Defensa del Estado (CDE) que buscaba dejar sin efecto la resolución de la Corte de Apelaciones de Santiago, que en 2021 falló a favor de indemnizar a los mineros por los daños morales sufridos durante los dos meses que pasaron a oscuras en el túnel con el peligro de derrumbe o de quedarse sin oxígeno.
En 2021 la Corte de Apelaciones de Santiago determinó que la indemnización sería de U$S 55.000, la mitad del monto que les habían reconocido en otro fallo, pero de 2018.
Ahora, con la última instancia judicial agotada, cada trabajador recibirá U$S 48.000, informó el sitio El Espectador de Chile.
El diferendo limítrofe se potencia por la proyección hacia la Antártida y los derechos de soberanía reclamados por ambos gobiernos; el área en litigio ocupa una superficie de 5000 kilómetros cuadrados
La resolución de esta semana, que es inapelable, afectará a 31 de los 33 mineros porque dos de ellos decidieron no sumarse a la demanda grupal para que el Estado chileno reconociera su responsabilidad en la falta de controles de seguridad a la empresa San Esteban Primera, que explotaba la mina.
El derrumbe ocurrió el 5 de agosto de 2010 y el mensaje, ese "estamos bien los 33", data del 22 de ese mes, cuando las autoridades dudaban de la posibilidad de que hubiese sobrevivientes.
La entrada del túnel de la mina de oro y cobre estaba obstruida, por lo que fue necesario un operativo especial, la excavación de un túnel vertical y hasta el diseño de una cápsula especial, Fénix, para elevar a la superficie a cada uno de los mineros.
El 13 de octubre terminó de salir el último de los mineros.