Netanyahu levantó parcialmente el bloqueo al enclave palestino, en medio de una ofensiva militar renovada; ONU advierte sigue siendo insuficiente
Israel anunció que desbloquearía la entrada de suministros médicos, alimentos y combustible en Gaza desde principios de marzo.
Sin embargo, dos días después de que la ayuda comenzara a entrar en Gaza, los nuevos suministros, tan necesarios, aún no han llegado a la población de Gaza, según Naciones Unidas. Los expertos han advertido que muchos de los dos millones de habitantes de Gaza corren un alto riesgo de hambruna.
Bajo presión, el gobierno de Benjamin Netanyahu acordó esta semana permitir la entrada de una cantidad mínima de ayuda humanitaria al territorio palestino y dijo este martes que 93 camiones de Naciones Unidas con ayuda ya ingresaron al devastado enclave.
El portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, declaró que, si bien la ayuda ya había entrado en Gaza, los trabajadores humanitarios no pudieron llevarla a los puntos de distribución donde más se necesita, después de que el ejército israelí los obligara a reabastecer los suministros en camiones separados y se les agotara el tiempo.
La ayuda incluía harina para panaderías, alimentos para comedores sociales, alimentos para bebés y suministros médicos. La agencia humanitaria de la ONU indicó que está priorizando la leche de fórmula para bebés en los primeros envíos.
Durante un alto el fuego a principios de año, entraban alrededor de 600 camiones por día a Gaza.
Además, agencias de Naciones Unidas y grupos de ayuda dicen que la ayuda prometida está lejos de ser suficiente.
Casi medio millón de palestinos enfrentan una posible inanición, y un millón más apenas pueden obtener suficiente comida, según la Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria, una autoridad internacional líder en evaluar la gravedad de las crisis de hambre.
Israel acusa a Hamas de desviar la ayuda y usarla para financiar sus actividades militares, aunque aún no ha dado pruebas de ello. Mientras que el grupo terrorista niega rotundamente estar involucrado en la repartición de los alimentos y medicamentos que llegan al enclave. La ONU insiste en que existen mecanismos que evitan cualquier desvío significativo de ayuda.
La población de Gaza depende casi por completo de la ayuda internacional, ya que la ofensiva de Israel ha destruido casi todas las capacidades de producción de alimentos en el territorio y ha desplazado a aproximadamente el 90% de la población.
Los mercados locales ofrecen solo pequeñas cantidades de verduras a precios exorbitantes. La mayoría de las personas dependen de las cocinas de caridad, que han ido cerrando a medida que se quedan sin alimentos. Miles de palestinos se reúnen fuera de estas cocinas cada día, compitiendo con ollas por unas pocas cucharadas de sopa, arroz o lentejas. Muchos regresan con las manos vacías.
La judoca Shahana Hajiyeva fue descubierta tras nuevos estudios previos al Mundial de Kazajistán. Había sido campeona paralímpica en 2021 y volvió a competir en París 2024.
La agencia de la ONU para la infancia dice que más de 9000 niños han sido tratados por desnutrición hasta ahora este año. Miles de mujeres embarazadas y lactantes, así como personas enfermas, mayores o discapacitadas que no pueden abrirse paso entre la multitud, también están en mayor riesgo.
Hasta el 20% de las aproximadamente 55.000 mujeres embarazadas de Gaza están desnutridas, y la mitad enfrenta embarazos de alto riesgo, según el Fondo de Población de las Naciones Unidas. En febrero y marzo, al menos el 20% de los recién nacidos nacieron prematuramente o sufrieron desnutrición u otras complicaciones.
Los expertos han advertido sobre la posibilidad de hambruna si no se levanta el bloqueo y continúa la operación militar. El ejército israelí anunció el inicio de una nueva operación la semana pasada y Netanyahu afirmó que Israel tomará el control de toda Gaza.
Hamas afirmó que solo devolverá a los 58 rehenes restantes -alrededor de un tercio de los cuales se cree que están vivos- a cambio de más prisioneros palestinos, un alto el fuego duradero y una retirada israelí del territorio.
Netanyahu rechazó esos términos, diciendo que Israel continuará la guerra hasta que todos los rehenes sean devueltos y Hamas sea destruido o desarmado y enviado al exilio. Incluso entonces, prometió mantener el control sobre el territorio y facilitar lo que él llama la emigración voluntaria de gran parte de su población palestina.
Por su parte, la Unión Europea (UE) revisará su acuerdo de asociación con Israel a raíz de la situación humanitaria en la Franja de Gaza, anunció este martes la jefa de la diplomacia del bloque, Kaja Kallas.
"Lanzaremos este ejercicio y, mientras tanto, depende de Israel el desbloqueo de la ayuda humanitaria. Salvar vidas debe ser nuestra máxima prioridad", dijo Kallas al fin de una reunión de ministros de Relaciones Exteriores de la UE en Bruselas.
Este mismo martes, el Reino Unido anunció la suspensión de las negociaciones sobre un acuerdo de libre comercio con Israel, también a raíz de la catastrófica situación en Gaza.