Steven Miles, un adolescente de 16 años, esperó a que su familia saliera de casa para invitar a su novia, Elizabeth Thomas, de 17.
En la tarde del 24 de enero de 2014, en la pequeña ciudad de Oxted, un hecho devastador sacudió a la comunidad: Steven Miles, un adolescente de 16 años, esperó a que su familia saliera de casa para invitar a su novia, Elizabeth Thomas, de 17. Cuando ella cruzó el umbral de su habitación, la confianza y la rutina de dos adolescentes se rompió abruptamente. Lo que comenzó como una visita más terminó en una escena de horror que marcaría para siempre la vida de todos los involucrados, dando inicio a uno de los crímenes más estremecedores de la historia reciente británica.
En el momento del crimen, Miles había finalizado un tratamiento por problemas de salud mental que sus padres detectaron en su adolescencia. La investigación reveló antecedentes de conductas preocupantes en el joven, así como observaciones de personas de su entorno sobre tendencias violentas. La policía detuvo a Miles en la escena del crimen, horas después del hecho.
De acuerdo con Europa Press, Steven Miles confesó el asesinato y explicó que actuó influenciado por un alter ego al que llamaba "Ed". El caso causó conmoción en el Reino Unido por la violencia del acto y la frialdad del acusado ante los hechos.
Diversos informes psicológicos revelaron que Steven Miles presentaba síntomas asociados al espectro autista y posibles rasgos narcisistas, de acuerdo con los antecedentes revisados durante el proceso judicial.
En 2012, sus padres acudieron con él al médico de cabecera tras notar episodios de autolesiones. Después, profesionales de salud mental atendieron al joven y confirmaron que requería acompañamiento psicológico. Tras algunos meses de tratamiento, los especialistas consideraron que podía abandonar la supervisión y le dieron el alta en octubre de 2013.
De acuerdo con testimonios aportados durante el juicio, difundidos por Europa Press, personas cercanas a la víctima manifestaron que Miles había mostrado actitudes violentas previas. Una expareja, incluso, declaró a la policía sus temores de que cometiera un crimen y relató un episodio de estrangulamiento por parte del joven.
a relación de Steven Miles con la ficción resultó un factor central del caso. Según declaraciones en la corte recogidas por medios como Crime+Investigation, el adolescente sentía una profunda fascinación por la serie "Dexter". Dicha ficción narra la historia de un forense convertido en asesino serial. Los investigadores determinaron que Miles intentó reproducir los métodos del personaje principal durante el ataque a Elizabeth Thomas.
El magistrado Christopher Critchlow calificó el caso como "de la máxima gravedad" y resaltó las circunstancias "infrecuentes y estremecedoras" del asesinato. Durante la audiencia, la defensa expuso que la fascinación compulsiva de Miles por el personaje televisivo influyó directamente en su accionar. Lewis Power QC, abogado del joven, aseguró ante la justicia que el crimen era consecuencia de la obsesión y la incapacidad del adolescente para separar la realidad de la ficción.
Después del crimen, Steven Miles desmembró el cuerpo utilizando herramientas provenientes del trabajo de su padre como cirujano de árboles. Luego, cubrió los restos con film plástico y los introdujo en bolsas de basura. Cuando la hermana de Miles regresó a la vivienda, él confesó el hecho y atribuyó su conducta a la influencia de "Ed", su supuesta segunda personalidad.