El primer ministro Keir Starmer defendió el nuevo sistema como una herramienta para reforzar la seguridad fronteriza y evitar el empleo ilegal.
El primer ministro Keir Starmer defendió el nuevo sistema como una herramienta para reforzar la seguridad fronteriza y evitar el empleo ilegal.
El sistema permitirá disponer en un dispositivo electrónico de una prueba legal de identidad y estatus de residencia. No obstante, el Ejecutivo aún debe definir cómo funcionará para quienes no dispongan de un teléfono móvil inteligente.
Este documento digital no solo verificará la identidad del portador, sino también su estado de residencia. Sin embargo, el Gobierno todavía necesita especificar cómo se adaptará para aquellos que no posean un smartphone.
Desde la oposición, la conservadora Kemi Badenoch calificó la medida como un "truco desesperado" para desviar la atención frente a la llegada de migrantes a través del canal de la Mancha. Aun cuando reconoció que existen argumentos a favor y en contra, adelantó que los tories se opondrán a cualquier sistema que sea obligatorio.
El gobierno británico, en cambio, defiende que se trata de un mecanismo "práctico y seguro", destacando que otros países ya lo aplican con éxito. También proyecta que, a futuro, pueda servir para agilizar trámites vinculados a servicios sociales o permisos de conducir.

El mandatario estadounidense defendió que estas tarifas forman parte de su plan para disminuir el déficit federal y estimular la manufactura dentro del país.