Los datos más recientes sugieren que la tendencia a tener menos hijos continúa, afectada por diversos factores económicos y sociales
La tasa de fertilidad en Estados Unidos mostró un ligero incremento en 2024, después de años de caídas continuas. El número total de nacimientos aumentó un 1% respecto al año anterior, alcanzando los 3.622.673 nacimientos, según un informe publicado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). A pesar de este repunte, la tasa de fertilidad sigue siendo insuficiente para garantizar el reemplazo generacional de la población, permaneciendo por debajo del nivel de reemplazo poblacional.
Desde 2007, las tasas de natalidad han mostrado una tendencia a la baja, y el aumento observado en 2024 no parece revertir este patrón. La tasa de fertilidad de 54,6 nacimientos por cada 1.000 mujeres de 15 a 44 años sigue siendo baja en comparación con los niveles necesarios para mantener el tamaño poblacional, que es de aproximadamente 2,1 hijos por mujer.
Este fenómeno, que ha generado preocupación tanto en expertos como en el ámbito político, refleja cambios en las decisiones reproductivas de las mujeres estadounidenses. Los factores que influyen en esta baja natalidad son complejos, involucrando desde factores económicos hasta el acceso a servicios de salud y cuidado infantil. A continuación, se profundiza en los principales hallazgos del informe de los CDC y las implicancias de esta tendencia.
Según los datos del CDC, en 2024 se registraron 3.622.673 nacimientos en Estados Unidos, lo que representa un incremento del 1% en comparación con 2023. Sin embargo, este aumento marginal no cambia la tendencia general observada en los últimos años, que ha mostrado una caída sostenida en el número de nacimientos desde 2015. Entre 2015 y 2020, la disminución fue de un promedio de 2% anual, aunque con fluctuaciones en los años posteriores.
La tasa de fertilidad en 2024 fue de 54,6 nacimientos por cada 1.000 mujeres en edad reproductiva (de 15 a 44 años), lo que representó un leve aumento del 0,2% respecto al año anterior. Esta cifra sigue siendo considerablemente inferior al nivel necesario para el reemplazo poblacional, estimado en 2,1 hijos por mujer. El informe de los CDC destaca que, a pesar del pequeño incremento, las tasas de natalidad continúan por debajo del umbral de reemplazo, lo que indica una disminución progresiva en la población.
En 2024, EE.UU. registró 3.622.673 nacimientos, un leve incremento respecto a 2023
El informe del CDC revela que el aumento en la cantidad de nacimientos en 2024 se concentró principalmente en mujeres de entre 25 y 44 años, un grupo en el que las tasas de natalidad mostraron un repunte. Por el contrario, la tasa de natalidad disminuyó entre las adolescentes y las mujeres menores de 25 años. Esta tendencia refleja un patrón de postergación de la maternidad, en el cual las mujeres están eligiendo retrasar la maternidad hasta tener una mayor estabilidad económica, social y personal.
Según Karen Benjamin Guzzo, directora del Carolina Population Center de la Universidad de Carolina del Norte, las mujeres que retrasan la maternidad no están eligiendo no tener hijos, sino que están evaluando si tienen las condiciones adecuadas para ello. Factores como la estabilidad laboral, el costo de la vivienda y el cuidado infantil influyen significativamente en la decisión de cuándo tener hijos. Guzzo destacó que muchas mujeres también se preguntan si cuentan con el apoyo de una pareja adecuada para asumir la responsabilidad de criar a un hijo.
La tasa de fertilidad de 54,6 por cada 1.000 mujeres sigue por debajo del reemplazo poblacional
La situación económica sigue siendo uno de los principales factores que afectan las decisiones reproductivas en Estados Unidos. Sarah Hayford, directora del Institute for Population Research en la Universidad Estatal de Ohio, indicó que aunque la economía ha mejorado desde la recesión de 2008, muchas personas siguen sintiendo que sus condiciones financieras no han mejorado lo suficiente como para tener hijos. El alto costo de la vivienda y la falta de acceso a servicios de cuidado infantil asequibles son barreras importantes para las familias que desean tener hijos.