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Denuncian que Erdogan intenta convertir a Turquía en una autocracia al estilo ruso

Gonul Tol, directora del programa turco en el Instituto de Medio Oriente, está convencida de que la detención del alcalde de Estambul representó mucho más que un cambio para esa ciudad.

Jueves, 27 de Marzo de 2025
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Gonul Tol está convencida de que la detención del alcalde de Estambul representó la semana pasada mucho más que un cambio para esa ciudad: a su juicio, fue un "punto de inflexión" en todo el régimen polí­tico de Turquí­a.

Directora del programa turco en el Instituto de Medio Oriente, un centro de análisis en Washington, Tol sostiene que ese arresto obedece a una determinación de Recep Tayyip Erdogan de perpetuarse en el poder que ha ejercido por 22 años como primer ministro y actual presidente.

Erdogan "intenta convertir el paí­s en una autocracia al estilo ruso, donde pueda elegir a sus propios oponentes y no haya sorpresas en las urnas", dice Tol en una entrevista con BBC Mundo.



Explica que el alcalde detenido, Ekrem Imamoglu, de 54 años, era una amenaza polí­tica para Erdogan, por ser un probable candidato presidencial opositor capaz de atraer votos de diferentes segmentos de la sociedad turca.

La experta cree que el camino que le queda al principal partido opositor turco en su pulso con Erdogan es mantener las protestas que surgieron en las calles contra la detención de Imamoglu, pese a que prevé un aumento de la represión.

Siguen extractos del diálogo telefónico con la autora del libro "La guerra de Erdogan: la lucha de un hombre fuerte en casa y en Siria":

¿Qué importancia polí­tica tiene para Turquí­a el encarcelamiento del alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu?

Este es un punto de inflexión en el régimen polí­tico de Turquí­a. Al arrestar a su rival más importante, el presidente Erdogan nos dice que quiere convertir el régimen autoritario competitivo de Turquí­a en una autocracia rotunda al estilo ruso.

Erdogan ha tomado muchas medidas para socavar la democracia de Turquí­a. Sin embargo, los politólogos siempre definen a Turquí­a como un régimen autoritario competitivo en los últimos años, porque hay cierta competencia: hay elecciones, partidos polí­ticos que no son clandestinos y, de vez en cuando, quienes están en el poder pueden perder elecciones.

Lo vimos en 2024, cuando Turquí­a celebró elecciones municipales y el principal partido de la oposición se hizo con todas las ciudades. Eso fue un duro golpe para el gobierno de Erdogan. Así­ que las urnas siguen siendo importantes en Turquí­a.

Hoy la gente, y los jóvenes en particular, están en las calles para mantener su derecho al voto. Pero Erdogan intenta arrebatárselo con esta jugada. Intenta convertir el paí­s en una autocracia al estilo ruso, donde pueda elegir a sus propios oponentes y no haya sorpresas en las urnas.

¿Cómo evalúas las acusaciones de corrupción y terrorismo contra Imamoglu, que él rechaza?

Es claro que están motivadas polí­ticamente. Sus abogados dicen que esto no tiene ningún apoyo legal. Y amplios sectores del paí­s consideran que hay una motivación polí­tica: Erdogan intenta derribar a su oponente más popular en un momento en que pierde terreno en las encuestas, la economí­a turca atraviesa dificultades y se enfrenta a las elecciones de 2028.

Erdogan ha negado cualquier motivación polí­tica detrás de estas acusaciones. ¿Por qué tú y tantos otros están convencidos de que son falsas?

Los abogados de Imamoglu dicen que no se les concedió acceso al expediente del caso, lo cual es un derecho legal, y que la acusación se basa en testigos secretos, lo cual se volvió la herramienta de Erdogan para reprimir a sus oponentes.

Ya no hay un Estado de derecho en Turquí­a. Los tribunales están muy politizados; Erdogan tiene pleno control sobre ellos. Alguien puede ir a la cárcel sólo por dar un "me gusta" a algo en X (antiguo Twitter).

¿Cómo puede ser que estos casos judiciales sean siempre contra partidos de oposición, mientras que los tribunales nunca mueven un dedo cuando se trata de ilegalidades cometidas por personas cercanas a Erdogan o al partido gobernante AKP?

La cuestión de fondo es que Erdogan ha socavado el Estado de derecho durante muchos años.

El punto de inflexión fue en 2016, tras el fallido golpe de Estado en su contra, cuando reestructuró los tribunales y los llenó de gente leal que básicamente sella cualquier decisión que toma.

¿Cómo definirí­as a Imamoglu y el desafí­o que representa para Erdogan?

Es una figura polí­tica muy popular. Atrae no sólo a la gente del principal partido opositor, sino a un grupo mucho más amplio: de conservadores a nacionalistas, de turcos a kurdos. Esto supone un peligro para Erdogan.

De forma similar a Erdogan, es alguien que puede cultivar una relación especial con los votantes. Es joven y carismático. Todo esto lo convierte en un rival formidable para Erdogan. En las encuestas, Imamoglu está por delante de Erdogan.

¿Ahora Imamoglu queda fuera de la carrera por la presidencia de forma definitiva?

Sí­, justo antes de detenerlo anularon su diploma, que es necesario para presentarse a la carrera por la presidencia. Creo que Erdogan lo mantendrá en la cárcel en los próximos años.

Pero claro, hay algo incierto que debemos considerar: ¿qué pasará con las protestas? Si continúan por meses e infligen un gran daño a la economí­a, podrí­an hacer que Erdogan dé marcha atrás.

Sin embargo, ahora mismo no veo ninguna de esas señales. Creo que Erdogan va a ser más agresivo en los próximos dí­as para asegurarse de que las protestas sean reprimidas y que Imamoglu permanezca preso.

¿Qué posibilidades tiene la oposición turca de competir en las próximas elecciones después de esto?

Bueno, es difí­cil, ¿no? Piden elecciones anticipadas porque no quieren esperar a 2028: si llevan a la gente a votar ahora, hay muchas posibilidades de que Erdogan pierda.

Pero la única arma que tiene el principal partido opositor son las protestas. No pueden luchar contra Erdogan en los tribunales controlados por él y no tienen muchas salidas para esta situación. Por eso, para la oposición es fundamental mantener las protestas.

¿En qué se parecen o diferencian Erdogan y Putin?

Ambos quieren permanecer en el poder de por vida. Ninguno de los dos vive en democracia. Ven la democracia como un dominio ejercido por la mayorí­a.

Desde luego, no son liberales. Ambos defienden valores conservadores. Y son nostálgicos de la historia de su paí­s: Erdogan piensa que el colapso del Imperio Otomano fue una tragedia y Putin piensa que el colapso de la Unión Soviética fue una tragedia.

Así­ que son similares en muchos aspectos.

Pero Turquí­a y Rusia no son lo mismo. Rusia tiene vastos recursos energéticos, algo que le ayuda a mantenerse a flote económicamente, mientras que Turquí­a depende mucho de otros para que su economí­a se mantenga a flote.

¿Y cómo definirí­as la relación de Turquí­a con Estados Unidos ahora bajo la presidencia de Donald Trump, que ha elogiado a Erdogan como "buen lí­der"?

El ministro de Exteriores turco está en Washington ahora (miércoles). Ambas partes ven esta relación como muy positiva. Esperan resolver temas bilaterales. Trump ve en Erdogan a un lí­der fuerte con el que puede hacer negocios. Y Erdogan ve en Trump a un presidente estadounidense más dispuesto a reunirse con él que Biden.