La recomendación de beber ocho vasos de agua al día se popularizó en 1945 y aún hoy sigue siendo una referencia en el país, al tiempo que las redes sociales han convertido la hidratación en una tendencia
En Estados Unidos, el consumo de agua alcanzó niveles que superan a la mayoría de los países del mundo, consolidándose como un hábito profundamente arraigado en la vida diaria de sus ciudadanos. Según datos de Our World in Data, citados por Fortune, hasta 2003, el país lideraba el consumo de agua municipal a nivel global, siendo superado únicamente por China en años recientes.
Sin embargo, los estadounidenses mantienen el segundo lugar en esta categoría, con un promedio de consumo diario que supera ampliamente al de otras regiones, como la Unión Europea. De acuerdo con un sondeo de CivicScience citado por Newsweek, los adultos en Estados Unidos consumen en promedio 1,7 litros de agua al día, mientras que en el Reino Unido esta cifra se reduce a 1 litro.
Fortune analizó las razones detrás de esta marcada diferencia y destacó tres factores principales que explican por qué los estadounidenses parecen estar más obsesionados con la hidratación que otros países: un fuerte mensaje de salud promovido por instituciones gubernamentales, la influencia de las redes sociales y la creciente tendencia de asociar el consumo de agua con un estilo de vida saludable y moderno.
El énfasis en la hidratación como un pilar fundamental de la salud ha sido una constante en Estados Unidos desde hace décadas. Aunque las necesidades diarias de agua varían según cada persona, las recomendaciones oficiales han evolucionado con el tiempo.
Los estadounidenses consumen un promedio diario de 1,7 litros de agua, superando al Reino Unido donde el promedio es de 1 litro
En 1945, el Consejo de Alimentación y Nutrición de Estados Unidos popularizó la regla de consumir ocho vasos de agua al día, un estándar que, aunque no es universal, sigue siendo ampliamente conocido.
Actualmente, el Instituto de Medicina y las Guías de Ingesta Dietética de Referencia sugieren que los hombres consuman aproximadamente 3,7 litros de líquidos al día, mientras que las mujeres deberían ingerir 2,7 litros. Estas cifras incluyen no solo agua, sino también otros líquidos y alimentos que aportan hidratación. En contraste, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria recomienda un consumo menor: 2,5 litros para los hombres y 2 litros para las mujeres.
La dietista registrada Callie Krajcir, especialista en salud del sistema urinario, explicó a Fortune que el éxito de las campañas de salud pública en Estados Unidos ha sido clave para inculcar la importancia de mantenerse hidratado. Según Krajcir, el mensaje de que "estar hidratado es bueno para la salud" ha sido repetido de manera constante por el sistema de salud estadounidense, lo que ha llevado a una mayor conciencia sobre los beneficios del agua.
Entre las ventajas de una adecuada hidratación, la Clínica Mayo destaca que el agua ayuda a regular la temperatura corporal, lubrica las articulaciones, protege órganos y tejidos, facilita la eliminación de desechos a través de los riñones y el hígado, y transporta nutrientes y oxígeno a las células. Krajcir resumió esta idea al afirmar que "el agua es la base de la salud".
Plataformas como TikTok han popularizado el concepto de la hidratación como un hábito no solo saludable, sino también aspiracional
Otro factor que ha contribuido al aumento del consumo de agua en Estados Unidos es la influencia de las redes sociales. Plataformas como TikTok han popularizado el concepto de la hidratación como un hábito no solo saludable, sino también aspiracional.
Bajo etiquetas como #WaterTok, los usuarios comparten consejos, "recetas" y desafíos relacionados con el consumo de agua. Estas publicaciones incluyen desde la adición de electrolitos y sabores hasta el uso de ingredientes como semillas de chía para enriquecer las bebidas.
Krajcir señaló que las redes sociales han convertido el acto de beber agua en una tendencia, destacando que muchos videos promueven los beneficios del agua para la piel, la salud mental y la reducción de problemas como el estreñimiento o la hinchazón. Este fenómeno ha llevado a que la hidratación sea vista no solo como una necesidad fisiológica, sino como un símbolo de autocuidado y bienestar.