Tras meses de invesrigación, la Policía concluyó que se trató de un caso de discriminación racial. "Remite a todo un racismo histórico, una comparación que se hace entre animales y negros para deshumanizarlos", apuntaron. Podría enfrentar una pena de 3 a 5 años de cárcel.
La Comisaría de Delitos Raciales y Delitos de Intolerancia (Decradi) acusó de racismo a la argentina Carolina de Palma, quien fue filmada mientras imitaba monos junto al profesor brasileño Thiago Martins Maranhão durante una rueda de samba en el centro de Río de Janeiro en julio.
"Concluimos que hubo discriminación racial en el evento. La danza que imita a los monos remite a todo un racismo histórico, una comparación que se hace entre animales y negros para deshumanizarlos", destacó la comisaria Rita Salim.
"Esto no se permite ni en broma, porque el racismo recreativo está castigado por la ley, se considera un delito y no se acepta. La libertad de expresión encuentra límites en los derechos de los demás y, en este caso, lesiona la dignidad de la persona humana", resaltó Salim. La investigación fue remitida al Ministerio Público de Río de Janeiro (MPRJ). La pena por el delito es de 3 a 5 años de prisión.
La mujer argentina había viajado a Río de Janeiro para participar al Foro Latinoamericano de Educación Musical y ahí se encontró con Thiago, al que había conocido en 2023 cuando ambos tomaron un curso de música y movimiento en San Francisco, California.
En su declaración, el hombre afirmó que él y Carolina "imitaron a varios animales, entre ellos cangrejos, pájaros, elefantes y monos, además de un árbol".
El docente habló de una "danza creativa" y afirmó que durante el baile "no fueron interrumpidos ni abordados por nadie".
Según el sitio g1, la mujer argentina también esgrimió un argumento similar en su defensa. Los abogados dijeron que el baile que realizó "no tenía ningún sentido discriminatorio, e incluso durante el baile se imitaban los movimientos de otros animales, como pájaros y cangrejos".
Según Thiago, recién dejaron de bailar alrededor de las 2 de la madrugada, cuando "se dieron cuenta de que a una amiga le habían robado el celular de su bolso". Luego, tras hablar con los guardias de seguridad, se marcharon.
El profesor afirmó que el sábado por la mañana ingresó al perfil del círculo de samba y "vio el video recortado, que solo mostraba el momento en el que imitaban a un mono y un árbol".
También según Thiago, la periodista Jackeline Oliveira, quien difundió las imágenes, actuó "de manera frívola y mentirosa, como si fuera un acto de racismo, solo publicó imágenes de un baile mínimo".
El caso tuvo una gran repercusión en las redes sociales. En su momento, la periodista Jackeline Oliveira afirmó que Carolina y Thiago "se sintieron muy cómodos cometiendo este acto racista", pese a que al evento de música afrobrasileña asistían principalmente personas negras.
"El racismo es una violencia que afecta a las personas negras de diferentes maneras. Cada persona tiene una reacción y a veces no hay reacción. Cuando vi lo que estaba pasando, mi reacción fue filmar y llamar a la seguridad", comentó la comunicadora.
La concejal Mónica Cunha (PSol), presidenta de la Comisión de Lucha contra el Racismo, también había denunciado el caso: "Un video muestra a dos individuos actuando con gestos racistas, una afrenta histórica a nuestra dignidad humana. La samba es una herencia cultural crucial de la comunidad negra. Faltarle el respeto a este espacio es faltarle el respeto a la historia, la lucha y la identidad de los negros. Como presidenta de la Comisión de Lucha contra el Racismo del Ayuntamiento de Río, no dejaremos que esto pase desapercibido. ¡Luchar contra el racismo es una responsabilidad colectiva y continua!" (TN)