"Estaba tan concentrado en asegurar el vestido a la perfección que ni siquiera noté lo que había pasado hasta que sentí un dolor agudo en el abdomen", comentó
En un episodio que ni el guion más disparatado de una comedia podría haber imaginado, el renombrado modisto Luigi Bellini terminó en el hospital después de tragarse un alfiler mientras confeccionaba un vestido de novia para una clienta muy especial.
El incidente ocurrió el pasado viernes en el elegante taller de Bellini, conocido en Bari por sus creaciones exquisitas y, al parecer, también por su habilidad para convertir un simple alfiler en una emergencia médica. Según reportes, Luigi estaba meticulosamente ajustando un vestido de novia cuando, en un giro de ironía, el alfiler que estaba usando para marcar el dobladillo terminó en su estómago en lugar de en el tejido.
"Estaba tan concentrado en asegurar el vestido a la perfección que ni siquiera noté lo que había pasado hasta que sentí un dolor agudo en el abdomen", comentó Bellini con una sonrisa nerviosa al ser dado de alta del hospital.
La situación se complicó aún más cuando su asistente, Carla Rossi, intentó ayudarle. Carla, conocida por su destreza con los patrones y su habilidad para calmar a Luigi en momentos de crisis, rápidamente identificó el problema. "Pensé que tal vez se estaba tomando un descanso muy literal de la costura. Resulta que Luigi había tomado un "alfiler" en su dieta", bromeó Carla, que también se vio obligada a acompañar a Bellini al hospital.
El modisto fue admitido en el Hospital de Bari, donde el equipo médico, que claramente tiene experiencia con emergencias no convencionales, logró extraer el alfiler sin mayores problemas. Afortunadamente, Bellini está en recuperación y se espera que regrese a la costura en poco tiempo.
El episodio ha dejado a la comunidad de la moda de Bari con una nueva anécdota para contar y una advertencia no oficial: siempre revisar que los alfiles se mantengan en su lugar durante el trabajo, no en el interior de los modistos.
"Quizás ahora me incline más hacia los accesorios de moda menos puntiagudos", bromeó Bellini al salir del hospital. "Pero no prometo que no haya más sorpresas en mis colecciones."
La comunidad de moda local ha mostrado su apoyo a Bellini, y su historia se ha convertido en el tema de conversación de la semana. Así que, si alguna vez piensas en vestirte de gala en Bari, asegúrate de que tu modisto no tenga un apetito por los alfileres.