Jorge Ramírez, de 45 años, fue hallado por un grupo de excursionistas en una remota zona del desierto
En un sorprendente giro del destino, un hombre que se había dado por desaparecido hace una década fue encontrado vivo en el desierto de Atacama, uno de los lugares más inhóspitos y áridos del planeta.
Jorge Ramírez, de 45 años, fue hallado por un grupo de excursionistas en una remota zona del desierto, a unos 200 kilómetros al noreste de San Pedro de Atacama. Ramírez, visiblemente desnutrido y deshidratado, había logrado sobrevivir en condiciones extremas durante diez años.
Ramírez, un ingeniero agrónomo originario de Santiago, desapareció en 2014 durante una expedición para estudiar la flora y fauna del desierto. A pesar de los esfuerzos de búsqueda en ese momento, las autoridades no lograron encontrar ningún rastro de su paradero y el caso fue cerrado sin resolver.
Ramírez relató a los rescatistas que, tras perderse, vivió alimentándose de pequeños animales, insectos y plantas. Durante la temporada de lluvias, recogía agua de las escasas precipitaciones en contenedores improvisados y durante los periodos más secos, dependía de la humedad de las pocas plantas adaptadas a ese ambiente.
"Me convertí en parte del desierto", explicó Ramírez. "Aprendí a leer los signos de la naturaleza y a vivir con lo mínimo".
El grupo de excursionistas que encontró a Ramírez estaba explorando una zona rara vez visitada del desierto. Al verlo, inmediatamente le ofrecieron agua y alimentos, y llamaron a las autoridades para organizar su rescate.
Ramírez fue trasladado de urgencia a un hospital en Antofagasta, donde los médicos indicaron que su estado de salud era crítico pero estable. "Es un milagro que haya sobrevivido tanto tiempo en esas condiciones", comentó el Dr. Valdivia, jefe del equipo médico.
La noticia del hallazgo de Ramírez se propagó rápidamente, y su familia, que nunca perdió la esperanza de encontrarlo, viajó de inmediato para reunirse con él. Las lágrimas y los abrazos marcaron el emotivo reencuentro en el hospital.
"Siempre supe que Jorge era fuerte, pero esto supera cualquier cosa que podría haber imaginado", dijo su hermana, María Ramírez.