En busca de la verdad
En busca de la verdad
A pesar de que fue a visitarlo en su momento, y que ambos son argentinos, la reina de los Países Bajos no estaría este sábado en el Vaticano.
Mientras el mundo católico se prepara para despedir al Papa Francisco con una ceremonia fúnebre que reunirá a líderes mundiales de todos los ámbitos este sábado 26 de abril en la Basílica de San Pedro, algunas ausencias comienzan a generar sorpresa y debate. Una de las más llamativas es la de la reina Máxima Zorreguieta, quien junto al rey Guillermo de Países Bajos aún no ha confirmado su presencia en el Vaticano, y todo parece indicar que no podrá asistir por un motivo estrictamente institucional: el Día del Rey.
El fallecimiento del pontífice argentino, ocurrido el pasado 21 de abril, conmocionó a millones de fieles en todo el planeta y también golpeó con fuerza en los Países Bajos, nación donde la familia real siempre manifestó un fuerte compromiso con la figura de Jorge Mario Bergoglio. No fueron pocas las veces que Máxima y Guillermo participaron de visitas oficiales y privadas al Vaticano, en las que destacaron el rol del Papa como símbolo de misericordia, unidad y diálogo interreligioso.
Tras conocerse la noticia de su muerte, la Casa Real emitió un comunicado en el que expresó su pesar con palabras cargadas de afecto y admiración: "El Papa Francisco irradiaba misericordia en todo lo que hacía. Con su fe profundamente arraigada en el amor de Dios, era la encarnación de la benevolencia y la humanidad. Estaba profundamente convencido de que Dios trabaja a través de la compasión, y en ese espíritu buscaba activamente construir puentes con otras comunidades religiosas de todo el mundo", señalaron en el mensaje firmado por los reyes neerlandeses.
Sin embargo, a pesar del vínculo afectivo y diplomático con el sumo pontífice, todo indica que la pareja real no podrá estar en Roma este fin de semana. La razón tiene que ver con una fecha clave para el calendario institucional y social del país: el Día del Rey, que se celebra cada 27 de abril y cuya vigilia, el llamado "Koningsnacht", comienza precisamente el 26, coincidiendo con el funeral.
El Día del Rey, que remonta su origen a fines del siglo XIX como Día de la Princesa, es la celebración nacional más importante de los Países Bajos. En esa jornada, se realizan desfiles, conciertos, mercados al aire libre y numerosas actividades culturales, todas presididas por la familia real. La cancelación de la agenda monárquica es considerada inusual, y por eso, si bien no hay confirmación oficial, la ausencia de Máxima y Guillermo parece inevitable.
Esta situación deja a los reyes neerlandeses en una encrucijada simbólica entre el respeto al jefe de la Iglesia Católica y el deber con su nación. Desde la Santa Sede se han cursado invitaciones a distintas casas reales, y algunas como la española ya confirmaron su asistencia. Otras, como la británica, aún lo evalúan, mientras que en el caso neerlandés, todo indica que la respuesta será negativa.
Más allá de su posible ausencia, Máxima no quiso quedar al margen del duelo colectivo. Con su mensaje público, buscó transmitir que el vínculo con el Papa trasciende la ceremonia, y que su legado quedará impregnado en la historia del pontificado contemporáneo.
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