Marcelo Polino prefirió ausentarse en la Mesaza de Mirtha Legrand, tras sus difíciles días por el fallecimiento de Antonio Gasalla
El fallecimiento de Antonio Gasalla, a los 84 años, causó una profunda conmoción en el mundo del espectáculo. Uno de los más afectados por la partida del capocómico fue Marcelo Polino, su amigo más cercano en el ambiente. Su dolor fue tal que Mirtha Legrand reveló un gesto que deja en evidencia el fuerte impacto emocional que atraviesa el periodista.
Más allá de la enfermedad que lo aquejaba y del deterioro de su salud en los últimos años, la tristeza en la comunidad artística quedó reflejada en los sentidos mensajes de despedida y el cariño de quienes lo acompañaron a lo largo de su trayectoria. Durante la emisión de La noche de Mirtha de este sábado 22, la conductora contó que había invitado a Marcelo Polino a su programa para homenajear a Gasalla, pero el mediático rechazó la propuesta. "Me agradeció la invitación, pero me dijo que no estaba mentalmente en condiciones de hablar de Antonio", explicó La Chiqui.
En un emotivo tributo, la legendaria conductora rodeó su mesa con figuras que compartieron momentos inolvidables con el humorista. Daniel Aráoz, en plena evocación de anécdotas y recuerdos, escuchó con atención cuando Mirtha confesó la conversación que tuvo con Polino: "Me dijo que no estaba en condiciones, que no quería aparecer tan rápidamente".
Mirtha también compartió el desgarrador motivo detrás de la negativa del periodista: "La estaba pasando muy mal. Era la única persona del ambiente que lo visitaba con frecuencia, la que lo seguía viendo hasta el final". Conmovida, la diva añadió un detalle que refleja la crudeza de la situación: "Pero Antonio ya no lo reconocía. No sabía quién era. Polino está sufriendo mucho, lo quería de verdad, eran muy amigos".
En este 18 de marzo de 2025, la noticia del fallecimiento de Antonio Gasalla conmueve profundamente al país. A los 84 años, el querido actor y humorista argentino murió tras enfrentar una grave enfermedad y una demencia senil progresiva, que lo apartó de los escenarios y del público que lo adoraba.
Aunque su ausencia deja un vacío irreparable, su influencia como uno de los humoristas más importantes de la historia argentina sigue vigente.
Gasalla fue un pionero en el arte del café concert, un gigante del teatro y un referente indiscutido de la televisión y el cine en Argentina.
Un recorrido con los grandes hitos que marcaron su vida y su trayectoria.
Gasalla nació en Ramos Mejía, Buenos Aires, en marzo de 1941. Su formación actoral comenzó en la Escuela Nacional de Arte Dramático, donde se preparó para una carrera que lo llevaría a consagrarse como uno de los artistas más completos de su generación.
En sus primeros años de carrera, Gasalla se unió a su gran amigo Carlos Perciavalle, con quien alcanzó un éxito rotundo en el café concert durante la década de 1960. Este tipo de espectáculo, donde el humor se mezcla con la sátira política y la interacción directa con el público, se convirtió en el terreno perfecto para que Gasalla desplegara su talento único.
En el café concert, Gasalla no solo brillaba como actor, sino que también se destacó por su capacidad para improvisar y desafiar a la audiencia. Los espectadores, que formaban parte activa del espectáculo, se sentían cómplices de un humor ácido y audaz. Junto a Perciavalle, Gasalla se ganó el título de "rey del café concert", un género que, lamentablemente, hoy está casi desaparecido. Sin embargo, su influencia perdura en la memoria colectiva de los argentinos.
A medida que avanzaba su carrera, Gasalla expandió su dominio más allá del café concert y se adentró en el mundo del teatro, donde se consolidó como un referente. Durante la década de 1970, se convirtió en un ícono de la calle Corrientes, el centro del teatro porteño, gracias a obras que atrajeron a miles de espectadores. Entre sus producciones más destacadas se encuentran "Pan y Circo", "Gasalla for Export" y "Maipo made in Gasalla", muchas de ellas con los libretos del reconocido actor y escritor Enrique Pinti.
Estos montajes no solo eran populares por sus guiones afilados y su estilo irreverente, sino también por las interpretaciones de Gasalla, quien combinaba la comedia con el drama de manera magistral. Su capacidad para transformar cualquier personaje en una figura inolvidable hizo que, durante años, fuera considerado uno de los grandes exponentes del teatro nacional.
Aunque Gasalla ya gozaba de gran renombre en el teatro y el café concert, fue en el cine donde alcanzó una de las cumbres de su carrera. En 1985, participó en la película Esperando la carroza, dirigida por Alejandro Doria. En esta comedia, Gasalla interpretó a Mamá Cora, uno de los personajes más entrañables y populares del cine argentino. La película, que se convirtió en un clásico del cine nacional, consolidó a Gasalla como uno de los actores más destacados del país y le permitió llevar su humor al cine con un impacto duradero.
El personaje de Mamá Cora, con su mezcla de ternura y sarcasmo, se convirtió en un referente del cine argentino y fue un papel que Gasalla seguiría interpretando en diversas ocasiones, tanto en teatro como en televisión. La capacidad del actor para crear personajes complejos, llenos de matices y emociones, le permitió mantenerse vigente y relevante durante décadas.