El Fondo y el Ejecutivo todavía tienen pendiente el fin de la revisión de metas y el nuevo desembolso. Un informe sobre las cuentas externas destacó la salida de cepo y aseguró que la economía requerirá reformas y regreso a los mercados.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió que el Gobierno necesita más reservas en el Banco Central, aumentar la flexibilidad del tipo de cambio y aplicar reformas para mejorar la competitividad y reforzar el frente externo.
El aviso lo hizo en un informe sobre el sector externo de distintos países, mientras la Argentina espera que se apruebe la primera revisión del acuerdo, que destrabará un giro de US$2000 millones.
En la evaluación general, el Fondo le dedicó un apartado al país donde sostuvo que la posición externa en 2024 fue más débil que el nivel que implicaban los fundamentos económicos a mediano plazo y las políticas deseables.
En el mismo sentido, destacaron que los fundamentos económicos mejoraron sustancialmente desde finales de 2023, momento en el que Javier Milei asumió la presidencia, pero resaltó que las reservas internacionales netas se mantienen "críticamente bajas".
Una reunión técnica entre el Gobierno y el FMI, en octubre pasado en Washington.
Además, señaló que los diferenciales soberanos, si bien han disminuido drásticamente, se mantienen elevados.
"La evaluación externa está sujeta a una incertidumbre excepcionalmente alta y depende de la implementación de reformas estructurales que impulsen la competitividad y la productividad", destacó el FMI en el documento.
Como posibles respuestas políticas, el organismo de crédito propuso la implementación sostenida del programa de Facilidades Extendidas (EFF por sus siglas en inglés), recientemente aprobado, "para mantener una balanza comercial sólida, atraer inversión extranjera directa, recuperar el acceso a los mercados y salvaguardar la sostenibilidad externa".
De igual manera, el Fondo recomendó "un tipo de cambio más flexible", junto con una flexibilización gradual de las restricciones cambiarias restantes, las prácticas de múltiples divisas y las medidas de gestión financiera centralizada".
"Un enfoque cauteloso en las políticas prudenciales y reformas para crear una economía más abierta y orientada al mercado, son clave para generar resiliencia y respaldar entradas de capital sostenibles a largo plazo para impulsar el vasto potencial externo de Argentina, incluyendo los sectores de energía y minería", insistieron desde el organismo internacional.
El análisis del Fondo remarca que el balance de cuenta corriente argentino finalizó el 2024 con un déficit de 0,5% del PBI, pero advirtieron que Argentina necesitaría tener un excedente de 1,4% por "la débil cobertura de reservas y la falta de acceso a los mercados internacionales".
A mediano plazo, destacó que "un tipo de cambio real más fuerte podría justificarse siempre que las ambiciosas reformas estructurales en curso generen mayor productividad y competitividad".
Sobre el cierre, el informe resaltó que es importante realizar "esfuerzos tempranos para recomponer reservas, al tiempo que se promueve una mayor formación de precios y compras de divisas destinadas al pago de obligaciones externas".
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El Gobierno y el FMI se encuentran en pleno proceso aún abierto de revisión de metas -la primera desde la implementación del nuevo acuerdo hace tres meses- y con el reloj corriendo antes de que se retomen los pagos de vencimientos al organismo dentro de dos semanas. El primer día de agosto vencerán casi USD 850 millones.
En juego está un desembolso de USD 2.000 millones que deberían destrabarse en la medida en que el directorio dé visto bueno al ida y vuelta técnico que el Gobierno y el FMI inauguraron hace 20 días entre Buenos Aires y Washington. En el equipo económico esperaban, hasta hace algunas semanas, tener todo resuelto a fines de junio, antes del receso estival en el organismo.