El IPC de junio podría empezar nuevamente con "1". La clave de la evolución en los alimentos y la estrategia del Gobierno para que se sostenga a la baja
Las principales consultoras económicas que monitorean la evolución de los precios semana tras semana detectaron que la inflación de la última semana se ubicó en el menor rango de los últimos años, y eso las obligó a revisar a la baja las proyecciones del IPC para este mes.
A pocos días de la finalización de junio, la mayoría de las consultoras prevén que la inflación de este mes volverá a situarse por debajo del 2%.
Una recopilación de la Alyc Facimex dio que "la inflación general navega al 1,7%-1,8%" aunque la inflación núcleo -que no toma en cuenta las variables estacionales- "sigue arriba del 2%".
La tendencia a la baja de los alimentos resulta otra vez como una clave para esperar una inflación debajo del 2% en junio.
En especial por lo que sucede con el precio de las frutas y las verduras, que en algunos casos muestran caídas en los precios. Y también por la carne, que se mantiene prácticamente sin modificaciones. Un fenómeno que se observa desde algunas semanas, y que en los frigoríficos destacan como un resultado de la ola importadora tanto de carne de cerdo como de carne aviar.
OJF, la consultora de Orlando Ferreres, midió que la variación de los precios durante las últimas cuatro semanas y las cuatro semanas previas, que funciona como un indicador del ritmo al que avanza la inflación mensual, arrojó una inflación del 1,7% mensual para el nivel general y 2,3% mensual para la inflación núcleo.
Bajo esta misma consigna, la consultora Empiria -dirigida por el ex ministro Hernán Lacunza- apuntó una inflación del 1,8%.
Un escalón más arriba se ubicó Eco Go, la consultora de Marina Dal Poggetto. En Eco Go prevén una inflación del 2,0% para este mes, una medición que viene a la baja a medida que avanza el mes.
Los alimentos ayudan a presionar a la baja al IPC, con un alza moderada del 1,7% para este mes. Algunos productos, como las mencionadas verduras y la leche en sachet vienen marcando directamente una baja nominal de los precios en junio.
Por su parte, el impacto del aumento internacional del crudo fue limitado en el mercado local: YPF, principal actor del sector, postergó los ajustes de combustibles para julio, lo que contribuyó a evitar una presión adicional sobre los precios de este mes.
Con este escenario, desde Facimex observan: "Mantenemos nuestra proyección de inflación de junio en 1,75%, aunque los datos de alta frecuencia le imprimen un leve riesgo al alza".
Equilibra, dirigida por Martín Rapetti, es la única consultora que prevé un IPC arriba del 2,0%. Para ellos estará en el 2,1%.
En el equipo económico están convencidos de que la inflación de este mes empezará con "1".
Es más: los funcionarios apuestan a que el IPC continúe en estos mismos rangos de acá hasta las elecciones de octubre; por lo menos.
Algo que no se observa en los últimos años. En junio de 2017, el IPC había marcado un 1,2%. Fue el último mes de inflación a la baja. Para ese entonces, las dudas sobre la dinámica económica ya se escuchaban en los mercados, y la inflación fue moderadamente al alza. Hasta que todo explotó en aquel abril de 2018.
El Gobierno pretende instalar en la sociedad que "esta vez es distinto", y que mantiene a rajatabla el ordenamiento fiscal que le va a permitir cumplir con el "colapso" de la inflación, incluso antes de lo que se pensaba.
El ministro y sus más estrechos colaboradores están convencidos de que el proceso de desinflación volvió para quedarse.
El mensaje, dicen, es ciento por ciento racional. Y que todas las determinaciones del equipo están apuntadas a lograr esa certificación.
La decisión más poderosa tiene que ver con el dólar. El Gobierno está jugado a mantener el tipo de cambio en el medio de la banda. O menos. Esa estabilidad en el mercado cambiario le asegura llegar a las elecciones de medio término son sobresaltos.
Está todo armado para que así sea.