Los segmentos de renta variable y renta fija operan con bajas generalizados, en una jornada de buen clima de negocios en la plaza de Nueva York.
El Merval extiende su racha bajista y cae 0,5% este jueves, pese al sólido resultado de la licitación del Tesoro y al clima más favorable en los mercados globales tras un inesperado revés judicial para la política arancelaria de Donald Trump. Una decisión del Tribunal de Comercio Internacional de Estados Unidos suspendió temporalmente una serie de tarifas globales impuestas durante su gestión, lo que fue interpretado por los inversores como una señal de distensión comercial.
En el panel líder de la bolsa porteña, los retrocesos más pronunciados los encabezan Banco Supervielle (-3,3%), BBVA (-2,9%), Loma Negra (-2,1%), Banco Macro (-1,9%) y Grupo Financiero Galicia (-1,9%). Con la misma tónica que la plaza local, las pérdidas también se refleja en las acciones argentinas que cotizan en Wall Street. Las mayores caídas las registran Banco Supervielle (-3,6%), BBVA (-3,5%), Grupo Financiero Galicia (-3%), Edenor (-2,4%) y Banco Macro (-2,1%).
En el segmento de renta fija, los bonos soberanos en dólares bajo legislación extranjera operan con tendencia bajista a lo largo de la curva, con caídas de hasta 0,7%, lideradas por el Global 35, seguido por el AE38D, que pierde un 0,5%. Por su parte, los títulos en pesos ajustados por CER muestran leves alzas de hasta 0,1%, con el TX26 liderando las subas.
Un dato clave para el mercado local fue la colocación exitosa del Tesoro Nacional, que adjudicó la totalidad del nuevo bono TY30P, equivalente a unos 1.000 millones de dólares, frente a ofertas por 1.694 millones. La tasa nominal anual (TNA) de corte fue del 29,5%, lo que implicó una tasa interna de retorno (TIR) del 31,68%. Sumando los demás instrumentos en pesos ofrecidos, el monto total adjudicado fue de 8,56 billones de pesos, con un rollover del 100,12%. La mayor parte de la demanda volvió a concentrarse en el tramo corto de Lecaps, con una tasa efectiva mensual promedio a la baja respecto de la licitación previa.
Desde la sociedad de bolsa Max Capital destacaron que la última licitación del Tesoro cerró con un rollover del 100,12%, lo que permitió renovar prácticamente toda la deuda que vencía. Se adjudicaron $ 8,56 billones, de los cuales $ 7,41 billones fueron destinados a inversores locales. El resto, equivalente a u$s 1.000 millones, fue colocado mediante un nuevo bono orientado a extranjeros, el Bonte30.
Con esta operación, el Gobierno consiguió acumular u$s 1.000 millones adicionales en reservas, utilizando un tipo de cambio situado en el punto medio de las bandas oficiales. Al mismo tiempo, inyectará $ 1,14 billones en la economía local, correspondientes a los pesos que quedaron fuera del canje.
Para los analistas de la sociedad de bolsa, este resultado consolida una estrategia dual del Ministerio de Economía: por un lado, mantener la sostenibilidad de la deuda en pesos y, por otro, reforzar el frente externo. En ese marco, consideran que el éxito de la licitación contribuye a sostener la estabilidad cambiaria en un contexto aún sensible.
Los especialistas del bróker señalaron que la mayor parte de la demanda por parte de los inversores locales se concentró en instrumentos de corto plazo, sobre todo en LECAPs con vencimientos previos a las elecciones de octubre. Este comportamiento representó el 70% del total adjudicado, lo que pone de manifiesto una preferencia clara por minimizar riesgos políticos y financieros de cara al segundo semestre.
Dentro de ese segmento, el Tesoro emitió $ 6,3 billones, lo que representa más del 80% del total colocado en la jornada. Las tasas efectivas mensuales ofrecidas variaron entre 2,58% para los plazos más próximos y 2,35% para los vencimientos más largos, como mayo de 2026. Para Max Capital, estas tasas reflejan la percepción de que el proceso de desinflación sigue siendo frágil, aunque ya empieza a impactar en las decisiones de los inversores.
También se adjudicaron otros instrumentos como un BONCAP por $ 0,55 billones, con vencimiento en enero de 2026, a una tasa del 2,44%, y un BONCER por $ 0,16 billones con vencimiento en octubre de 2026. Estos papeles, con plazos más extendidos, tuvieron menor aceptación relativa, en línea con la estrategia de cobertura de riesgos a corto plazo que prioriza el mercado local.
Desde la sociedad de bolsa explicaron que esta dinámica sigue mostrando un mercado de deuda en pesos segmentado, con una clara diferenciación entre el apetito por riesgo en función del horizonte temporal de los instrumentos.
El Bonte30 fue el vehículo utilizado por el Gobierno para captar divisas de parte de inversores extranjeros. La emisión alcanzó el tope anunciado de u$s 1.000 millones, aunque la demanda superó ese monto, con ofertas que totalizaron u$s 1.700 millones. La tasa efectiva anual convalidada fue de 31,68%, lo que equivale a un rendimiento mensual de 2,32%.
Los expertos de Max Capital resaltaron que, aunque este nivel de tasa está alineado con las LECAPs de mayor plazo, el costo de financiamiento a cinco años continúa siendo elevado, aun cuando las señales de desinflación son cada vez más visibles. Según su análisis, el Gobierno optó por priorizar la acumulación de reservas, incluso a costa de aceptar un rendimiento superior al que sugería la curva local de tasas.
En ese sentido, desde la sociedad de bolsa explicaron que el Bonte30 incluye una opción de venta en 2027, lo que teóricamente reduce el riesgo para los tenedores. Sin embargo, los inversores exigieron un rendimiento más alto de todos modos, reflejando tanto la incertidumbre de mediano plazo como la necesidad de generar un colchón frente a eventuales movimientos del tipo de cambio.
Para Max Capital, esta colocación deja en claro que los inversores externos no están dispuestos a asumir riesgo argentino sin una prima relevante, lo cual implica un desafío para el Gobierno si desea repetir este tipo de operaciones en el futuro.
Los resultados de la licitación también pusieron en evidencia la persistente segmentación entre inversores locales y extranjeros. Mientras los primeros se volcaron casi exclusivamente a títulos de vencimiento corto, los segundos exigieron mayores tasas para comprometerse en horizontes más lejanos, incluso con cláusulas de salida anticipada.
Desde Max Capital observaron que, aunque las tasas locales sugieren que las expectativas de inflación están contenidas, esta percepción no se traslada al mercado internacional. Los inversores externos continúan viendo a la moneda local como apreciada y arrastran recuerdos negativos de emisiones anteriores, como los Botes de 2017.
A pesar de eso, los analistas destacaron que el resultado puede considere positivo, en tanto demuestra que hay interés por aumentar la exposición a activos argentinos. Sin embargo, aclararon que este interés viene acompañado de un costo financiero elevado, como se refleja tanto en esta colocación como en la evolución de los bonos soberanos en dólares.
En términos de perspectivas, los expertos prevén que el nuevo bono tenderá a estabiliz$e en rendimientos del 26% al 27% en el mercado secundario, lo que podría generar cierta presión sobre los plazos más largos. Evaluaron que, aunque un precio razonable rondaba el 25% según los valores del mercado local, la colocación a tasas superiores al 27% puede ser atractiva, en la medida en que supere el rendimiento de otros instrumentos como los bonos CER o la deuda dolarizada.
Las acciones en Wall Street operan al alza este jueves, impulsadas por los sólidos resultados de Nvidia y por un fallo judicial en contra de los aranceles globales impulsados por el expresidente Donald Trump. El índice S&P 500 sube un 0,55%, mientras que el Dow Jones Industrial Average avanza un 0,13%. El Nasdaq Composite lidera las ganancias con un alza del 0,90%, impulsado por el buen desempeño del sector tecnológico.
Nvidia trepa más de 5% luego de reportar ingresos del primer trimestre por encima de las previsiones. A pesar de advertir que podría perder hasta 8 mil millones de dólares en ventas durante el segundo trimestre debido a las restricciones de exportación a China impuestas por EE.UU., los inversores se mostraron optimistas respecto al potencial de la compañía en el mercado de chips de inteligencia artificial. La sólida performance de Nvidia reforzó las expectativas de que las grandes tecnológicas pueden resistir los embates de las políticas comerciales más agresivas.
En paralelo, un tribunal de comercio de EE.UU. emitió un fallo que pone en jaque parte de la estrategia arancelaria global de Trump. El panel de jueces consideró que el uso de poderes de emergencia para imponer aranceles generales viola la ley, anulando así algunas de las órdenes presidenciales en ese sentido. La decisión aún puede ser apelada por la administración del exmandatario ante la justicia federal.
La sentencia abarca una serie de medidas ampliamente cuestionadas que Trump tomó desde que asumió, dirigidas a gravar importaciones de países completos. No obstante, no afecta aquellas tarifas aplicadas a productos específicos -como autos o acero- que se sostienen en marcos legales distintos.
"No es la circulación del dinero, es el gasto lo que importa", aseguró el economista que es muy escuchado por el presidente Javier Milei. Sostuvo que el paquete de medidas del Gobierno apunta a destrabarlo.