El gobierno de Javier Milei planea lanzar un ambicioso programa de blanqueo de capitales, con la esperanza de movilizar los miles de millones de dólares que los argentinos tienen ahorrados fuera del sistema financiero. Esta iniciativa, que perdonaría sanciones tributarias por la compra no declarada de divisas, busca impulsar el consumo y dinamizar una economía que muestra signos de estancamiento.

El equipo económico de Milei reconoce la necesidad urgente de inyectar dólares a la economía. La apuesta es que estos fondos, guardados "debajo del colchón" o en cajas de seguridad, se vuelquen al consumo, compensando la debilidad del poder adquisitivo de los salarios.

Si bien el crédito personal muestra un crecimiento significativo, impulsando las ventas de autos y electrodomésticos (con un aumento del 50% en las ventas de autos en mayo, financiado en gran parte con créditos), el consumo masivo en supermercados sigue deprimido. El gobierno espera que el blanqueo cambie esta dinámica.

La consultora 1816 estima que los argentinos tienen aproximadamente 193.000 millones de dólares fuera del sistema financiero, una cifra que creció exponencialmente desde 2017. Sin embargo, el estancamiento de los salarios representa un obstáculo importante para la recuperación del consumo.

Un informe de la Fundación Capital (FC), liderada por Martín Redrado y Carlos Pérez, revela que los ingresos formales de los trabajadores en relación de dependencia han sufrido una caída real promedio del 1,9% durante el primer cuatrimestre del año. Aunque las paritarias superan la pauta oficial del 1% mensual, no logran compensar la inflación núcleo, que se mantiene en torno al 3% mensual. La FC advierte que, en el mejor de los casos, los ingresos de los trabajadores registrados solo igualarán la inflación en la segunda mitad del año. Desde noviembre de 2023, los ingresos reales de estos empleados han caído un 3%, mientras que los salarios públicos han retrocedido un 15%, según la consultora C-P.

Perspectivas a Futuro: Salarios y Consumo en 2025

La Fundación Capital pronostica un panorama poco alentador para el próximo año: "El salario real transitará el 2025 en un nivel acotado, sin superar el de finales de 2024. En este contexto, el consumo privado evidenciaría una recuperación parcial para el promedio del 2025, frente a la caída del año previo. Sin embargo, la magnitud de la mejora dependerá de cómo continúe el sendero de desinflación".

La política del gobierno de contener las paritarias, enviando la señal de no homologar acuerdos que superen el 1% mensual, también influye en el estancamiento salarial. Aunque algunos sectores han logrado acuerdos salariales, como SMATA (7,8% en abril, aproximadamente 2,5% mensual promedio hasta el fin del segundo trimestre), Químicos (3,7% en abril), Bancarios (ajuste por inflación) y UTA (8,3% repartido en mayo y junio), la presión inflacionaria sigue erosionando el poder adquisitivo.

El "súper blanqueo" representa una apuesta arriesgada para el gobierno de Milei. Su éxito dependerá de la capacidad de convencer a los ahorristas de repatriar sus dólares, en un contexto de incertidumbre económica y desconfianza en el sistema financiero. Además, el gobierno deberá garantizar que la iniciativa cumpla con los controles anti lavado para evitar consecuencias negativas. Si logra movilizar estos fondos, el blanqueo podría ser la clave para reactivar el consumo y encaminar la economía argentina hacia la recuperación. Sin embargo, el estancamiento salarial sigue siendo un desafío importante que deberá abordarse para lograr un crecimiento sostenido.