El Gobierno festejó el IPC de abril y mayo daría más bajo. Pero en el segundo semestre se abre el interrogante con el dólar y el efecto pre electoral
El Gobierno festejó el 2,8% de inflación de abril y espera mayo sea incluso menor. El número, en rigor, estaba dentro de lo que decía el mismo Luis Caputo a sus íntimos días antes. Para el oficialismo, lanzado en la elección de la Ciudad de Buenos Aires, es otro dato que plasmará para que su candidato y vocero, Manuel Adorni, pueda pelearle la pole position a Leandro Santoro, quienes lideran las encuestas porteñas. "El dato consolida lo que venimos diciendo. Que la inflación iba a bajar. Y va a seguir bajando. Hacemos lo que dijimos", dijeron exultantes fuentes oficiales.
Este mes de mayo parece que le dará la razón al Gobierno: el consenso de consultoras estiman un IPC en torno al 2,4%. Si fuera así, anotaría otra baja mensual. La obsesión de Javier Milei y el equipo económico es sepultar los precios. Algo que podría tener su primer test pasado junio cuando empiecen a no sobrar los dólares de la cosecha y comiencen las probables presiones de cara a las elecciones de octubre.
"En el segundo semestre se juega otro partido", puntualizó un banquero privado. Estacionalmente, los dólares de la cosecha no estarán y cualquier volatilidad del tipo de cambio presionará a los precios. Si hay algo conocido en los años electorales es que la dolarización de portafolios se produce, sea quien fuere el gobierno de turno.
"Este es un año muy particular, porque es una economía influida por lo político y es una política influida por la economía", sostuvo Carlos Melconian, uno de los economistas más escuchados por el Círculo Rojo. Y sostuvo que la inflación vuelve a ser un desafío para adelante: "Tiene que quebrar el 2% mensual. Ese es un tema muy relevante". Por eso, y como las tensiones pueden aumentar con el correr de los meses, Melconian dice que "el tipo de cambio puede crujir".
Del otro lado de la vereda está Salvador Di Stéfano, uno de los consultores preferidos por Milei que adelantó hace tiempo que el dólar iba a ser un mal negocio en la era libertaria. Luego del dato de abril de inflación, Di Stéfano fue más optimista incluso que el equipo económico. "Preparate para mayo porque la inflación se va a recostar cerca del 2%. Entre junio y julio debajo del 2%, y espero para septiembre u octubre debajo del 1%", estimó.
Las últimas medidas del Gobierno, no obstante, van por el camino de bajar la inflación como sea. El cepo a las paritarias (no homologó Comercio) para que no sea mayor al 1% mensual, las intervenciones en el mercado del dólar futuro para controlar el valor del tipo de cambio oficial, y los pedidos a supermercados y formadores de precios para que no toquen precios, se enmarca en esos intentos.
"Si pensás que bajando impuestos bajarán los precios y si, al mismo tiempo, pisas los salarios para luchar contra la inflación; entonces pensás que los costos determinan los precios, como Guillermo Moreno. Sos bien anti austriaco. Sos un clásico neokeynesiano JM", chicaneó Diego Giacomini, ex socio y ex amigo de Milei en X.
La pregunta es si alcanzará con eso. La pregunta del millón es si todo el esquema oficial de presionar para que la inflación baje pueda hacerse si el dólar se mueve. Alejandro Werner, ex director del Hemisferio Occidental del FMI, dice que no.
"Dicha desinflación sería más difícil de lograr si el tipo de cambio se moviera hacia el extremo más alto de la banda antes de las elecciones. Esto podría complicar la narrativa de la campaña, ya que la estabilización de la inflación es uno de los principales logros del gobierno de Milei. Sin embargo, posponer este ajuste mediante fuertes intervenciones solo pospondrá este repunte inflacionario, que debería ser temporal debido al firme compromiso del gobierno con las estrictas anclas fiscales y monetarias", sostuvo Werner.
En dos lidera el radical K y en dos, el libertario. La candidata del PRO aparece segunda en una.