El Ministro de Economía anunciaría una medida para remonetizar con dólares no declarados. Apuntaría a romper con décadas de fracasos en blanqueos tradicionales.
Utilizar el pensamiento lateral permite solucionar un problema tomando un camino alternativo al que recomiendan los manuales. Desde hace décadas, sucesivos gobiernos vienen tratando de que los argentinos blanqueen su capital, sin éxito. Eso explica la sucesión de blanqueos, incluso en este Gobierno.
Pero nada terminaba de convencer a la población de poner sobre la mesa los ahorros atesorados tras décadas de esfuerzo. Ahora, la administración de Milei se prepara para anunciar una medida que no solo va a "sorprender", como prometió el ministro de Economía, Luis Caputo, sino que -esperan- derrumbará décadas de intentos fallidos.
"Siempre buscamos que la gente primero blanquee los billetes físicos y luego adquiera bienes y servicios. Ahora, iremos a la inversa", explican con entusiasmo cerca del Palacio de Hacienda.
El impedimento para poner en carrera parte de los u$s200.000 millones que, se estiman, tiene la gente en cajas de seguridad, escondites secretos, pozos en los jardines, bolsas, medias y colchones, siempre fue el temor a ser alcanzado por multas y sanciones del fisco.
Ahora, parece que esa lógica se invertirá. El Gobierno analiza liberar totalmente la utilización de la plata que los habitantes tienen en negro, para que la utilicen sin inconveniente alguno, para lo que deseen. Comprar una propiedad, un auto, un yate, hacer un viaje, adquirir electrodomésticos o, por qué no, pagar una gaseosa en el kiosco.
La idea, una clara "amnistía" que generará rechazo en quienes entraron al blanqueo de capitales y hasta podría disparar acciones judiciales según expertos, sería de una audacia acorde a la mostrada por el gobierno de Javier Milei en este año y medio.
Rompería todos los moldes, permitiría que las reservas internacionales se multipliquen y posibilitaría una rápida monetización de la economía que, dicen cerca de Caputo, será clave para la etapa de crecimiento económico en la que ha ingresado la Argentina.
Si se avanza en esa medida casi revolucionaria, se explicaría mejor la frase del presidente del Banco Central, Santiago Bausili, cuando dijo en Washington que este gobierno decidió "dejar de luchar contra la economía bimonetaria". Ahora se busca hacer de la necesidad, virtud.
Caputo dijo que la medida que anunciará va a "sorprender". Y vaya que sí lo hará si se confirman los rumores. El ministro sostuvo que a mediados de mayo anunciará una medida para fomentar el uso de dólares. El objetivo es "remonetizar" la economía para sostener el crecimiento, luego de que en marzo la actividad cayera 1%, según la consultora Equilibra.
El anuncio va en línea con las palabras de la titular del FMI, Kristalina Georgieva (¿algo sabía?), que hace unas semanas planteó: "No sé si es verdad, pero me dijeron que hay más de u$s200.000 millones bajo el colchón y Dios sabe dónde. Si ese dinero se invierte en Argentina, imaginen lo que sería ese país".
A la hora de especular con las medidas que se podrían aplicar, expertos mencionan alternativa que van desde agilizar los pagos en dólares con nuevas modalidades como el QR, bajar impuesto a las transacciones en dólares, pagar tributos en moneda extranjera o liberar el uso de los dólares del blanqueo, que en algunos casos tienen todavía restricciones temporales y quedaron inmovilizados.
Entre las medidas con las que se especula también estaría la posibilidad de que la agroindustria pueda liquidar divisas directamente en el mercado privado, sin pasar por el Banco Central.
Si bien ya es posible hacer pagos en dólares con tarjeta de débito, pocos comercios se sumaron. Empresas de medios de pago, como Payway, se lanzaron con campañas para hacerle saber a los comerciantes que existe esta posibilidad, que implica algo tan fácil como registrar la cuenta en dólares del negocio. De momento solo lo aplican algunas agencias de turismo.
El Gobierno también recordó que es posible hacer contratos en dólares o exhibir precios en la moneda estadounidense. Además, el Banco Central también reguló el pago en dólares con el código QR.
Milei admitió que la gente no está usando sus dólares para transaccionar. "Les planteamos una dolarización endógena y no lo hicieron las personas; usan los pesos", señaló. Ahora, parece que el gobierno subirá la apuesta.
Federico Domínguez, experto en temas financieros, consideró que una medida para sacar los billetes del colchón podría ser para el pago de impuestos en dólares. "Sería una señal fuerte respecto a la competencia de monedas, y también una forma de que el Tesoro compre dólares para el pago de deuda, sin que se especule sobre a qué tipo de cambio lo hace. El incentivo podría ser tomar el tipo de cambio mayorista al momento del pago; para no pagar spread, convendría usar dólares propios, sin comprar ni vender", consideró Domínguez.
Fuentes de ARCA indicaron que por ahora esa opción no está en estudio, pero a la velocidad que se están desarrollando los acontecimientos, todo parece posible, depende de Milei.
Alfredo Romano, titular de Romano Group, dijo que otra opción sería que el Gobierno ofreciese el pago de impuestos en dólares para las personas físicas, pero con incentivos fiscales. Sin embargo, aclaró que debería salir por decreto, porque el dólar no se admite en la legislación como medio de pago.
Permitir el pago de impuestos en moneda extranjera le permitiría al Tesoro acumular dólares en el Banco Central sin tener que comprar en el piso de la banda, lo que implica inyectar pesos.
Pero no todo sería positivo, ya que como contrapartida habría una menor oferta de dólares en el mercado único de cambios.
Otra posible medida impositiva sería sacar el impuesto al débito y crédito a las cuentas corrientes en dólares. Esto incentivaría el uso de dólares por las empresas.
En el sector agropecuario incluso especulan con la posibilidad de posibilitar la liquidación primaria de granos en dólares, con el fin de evitar descalces del tipo de cambio con insumos. Además, habría una monetización en dólares en las ciudades del interior.
Economistas especulan con que dentro de las medidas que anunciará Caputo se ampliará el crédito en dólares. Esto puede incluir personas físicas o empresas que no necesariamente generen divisas. No obstante, esta jugada implica aumentar el riesgo de solvencia del sistema financiero. Los créditos en dólares sin control contribuyeron al colapso la convertibilidad.
También se menciona una habilitación para pagar en dólares bienes de consumo masivo en comercios de cercanía. De hecho, algunos supermercados de propietarios chinos cambian dólares y hasta redondean para arriba la cotización.
El avance del gobierno para favorecer el uso de esos dólares guardados se intensifica en momentos en que el dólar brinda muestras claras de acercarse más al piso que al techo de la flamante banda cambiaria.
Esa banda de entre $1.000 y $1.400 encontró el martes 29 de abril a un dólar MEP ($1.173), por debajo del oficial de $1.180, mientras que el contado con liquidación era de $1.189 y el blue en $1.205. Así, el dólar mayorista subió 10% en abril, un 4,9% respecto de los $1.130 que recibían los exportadores del campo con el "blend", mientras que el blue tuvo una baja de 9%.
Los u$s13.500 millones que ingresaron por los créditos del FMI y el Banco Mundial (se destinan a cancelar deuda en pesos del Banco Central) explican en buena medida la calma cambiaria.
Las reservas brutas del Banco Central dieron un salto hasta cerca de u$s40.000 millones y las "netas" que venían del campo negativo pasaron a positivas en torno de $3.000 millones.
En el Gobierno hay tranquilidad, porque la plata del Fondo sirve como justificativo para mantener tranquilo al mercado cambiario, y a eso se sumó el espaldarazo del secretario del Tesoro de los Estados Unidos diciendo que podría ofrecer una línea de crédito si una crisis externa amenazara al plan del presidente Milei.
La prioridad, no obstante, es evitar una suba del dólar que meta presión sobre los precios en el año electoral. Hay que sacar un buen resultado en octubre.
Según analistas, la idea de que el tipo de cambio apreciado llegó para quedarse con respaldo del FMI y del gobierno de los EE.UU., y un esquema de bandas en que el piso bajará a razón de 1% por mes, pone a la exportación agropecuaria frente a un escenario desafiante.
Es que, ante ese escenario, el campo tendrá resistencia natural para liquidar y el gobierno dificultades para comprar dólares y cumplir con las metas acordadas con el FMI. El acuerdo con el Fondo establece que el Gobierno debe lograr u$s3.700 millones hasta fin de junio, u$s4.100 millones más en el tercer trimestre y u$s6.900 millones en el último trimestre.
El Fondo Monetario también vinculó el proceso de remonetización con el blanqueo de capitales. Durante una ventana de tres meses entre agosto y octubre de 2024, se declararon activos por más de u$s20.000 millones.
Esa regularización permitió un crecimiento en los depósitos bancarios en moneda extranjera y, con ello, una ampliación en la capacidad de crédito en dólares.
Otro paso regulatorio fue la autorización de pagos con tarjeta de débito en dólares, aunque esa posibilidad, si bien ya está reglamentada, aún no se aplica de manera efectiva.
El objetivo macroeconómico que sustenta esta estrategia es evitar que una política monetaria contractiva termine por frenar la actividad. En palabras del equipo económico, "necesitamos que se remonetice más la economía". La gestión de Caputo busca reactivar el circuito monetario tanto en pesos como en dólares para garantizar que el sistema tenga el "combustible" necesario.
A la espera de los anuncios, el mensaje del gobierno es claro: "Queremos cambiar radicalmente los patrones del consumo, que se termine el miedo a ser perseguido".
Prometen que ya no habrá que enfrentarse a la clásica pregunta: "¿De dónde sacaste esta plata?". La duda es qué pensarán los organismos internacionales dedicados a combatir el lavado de dinero.
La dinamización de la actividad, el control de los mercados y la baja de la inflación son pilares del Gobierno de cara a las elecciones legislativas de este año. Y Milei no está dispuesto a desaprovecharlo.
También buscarán avanzar en el financiamiento para las universidades nacionales. En el caso Libra, se insistirá con las interpelaciones de Luis Caputo y Mariano Cúneo Libarona, luego de la asistencia de Guillermo Francos.