La pauta de reservas estuvo cerca de alcanzarse. Sin novedades de un nuevo acuerdo con el organismo multilateral, el Banco Central reforzó su activo con un financiamiento de US$1000 millones, pero necesita más fondos frescos.
El Gobierno estuvo cerca de cumplir con la meta de reservas del FMI a fin del año pasado. El desvío fue menor y se puede explicar porque el organismo multilateral no envió los US$1000 millones correspondientes a las últimas dos revisiones del acuerdo, que quedaron pendientes. A la vez, el anuncio del préstamo de US$1000 millones de los bancos ayudará a mejorar la "foto" financiera ante el organismo, mientras Luis Caputonegocia un nuevo acuerdo.
Según el esquema original pactado con el FMI, el Banco Central (BCRA) debía comprar US$9700 millones entre el 10 de diciembre de 2023 y el final de 2024. "Mi cálculo da que se acumularon US$9200 millones, pero hubo menos desembolsos del FMI de los previstos, así que estarían dentro de lo cumplido si no se consideran los Bopreales", explicó Pablo Repetto, jefe de Research de Aurum, en referencia a los bonos que emitió el BCRA para pagar la deuda con importadores.
En plena discusión con el FMI por fondos frescos, la llegada de US$1000 millones correspondientes al repo que el BCRA firmó con cinco bancos privados ayuda al equipo económico a presentar una hoja de balance más sólida para la autoridad monetaria. "Como el vencimiento de esta herramienta es a más de un año, esos dólares deberían sumarse a las reservas netas", explicó Repetto.
Según los analistas de Outlier, el repo con los bancos tiene como objetivo completar las reservas para cumplir con la meta del FMI. Sin embargo, consideraron que es algo más bien testimonial, dado que el programa ya no está vigente.
"Se han pasado por alto las revisiones 9 y 10 dentro del acuerdo, que también incluía un desembolso de aproximadamente US$1000 millones que nunca se efectivizó. Además, el programa venció sobre fines del año 2024, por lo que todo indica que las metas ya no serían relevantes", indicó un un informe de esa consultora.
La vocera del FMI, Julie Kozack, dijo en su última conferencia de prensa que no es raro que algunas revisiones queden pendientes mientras un país negocia un nuevo programa. En ese camino está la Argentina, según confirmaron esa misma funcionaria y el Gobierno de Javier Milei.
Mientras, el repo es una forma de mostrarle al FMI que la Argentina puede obtener financiamiento más allá de los organismos multilaterales. De hecho, el comunicado oficial resaltó que las entidades bancarias le ofrecieron casi el triple de que tomó el BCRA.
La administración argentina espera que la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, el próximo 20 de enero, beneficie al país en la discusión con el FMI. Como principal accionista de la entidad, Estados Unidos tiene una posición privilegiada para interceder en favor de la gestión libertaria local, de buenos vínculos con el empresario que volverá a ejercer la presidencia del país norteamericano.
El refuerzo de las reservas no solamente apunta a una eventual salida del cepo cambiario, sino que es fundamental para afrontar los compromisos que el país tiene este año. "Argentina enfrenta vencimientos de deuda en moneda extranjera (principal + intereses) por US$16.800 millones en 2025 (o 3% del PBI), de los cuales el 52,9% está explicado por los instrumentos reestructurados en septiembre 2020?, puntualizaron desde Portfolio Personal Inversiones.
"El Gobierno parece confiar en que el blanqueo operó como primer puente y el FMI operaría como un segundo hasta que Vaca Muerta y la minería 'sean una realidad' y, mientras tanto, hacer las reformas para que la mejora en la productividad permita tener un tipo de cambio real más bajo", cerraron.