Andanín (18 años) es la hija mayor del mejor tenista argentino de la historia. Estuvo en Argentina y contó que planes tiene para el futuro. Tiene un objetivo claro, hacer su propia carrera alejada de las presiones que implica su apellido ilustre.
La hija mayor del mejor tenista argentino de la historia regresó al país junto a su madre después de poco más de tres años. Habló de su vida y contó si el futuro estará ligado a la raqueta.
Con 18 años recién cumplidos, Andanín culminará en junio sus estudios en el International School of Monaco y dirime su porvenir entre la competencia y el estudio, algo a lo que Phiang, su madre, no está dispuesta a resignar.
Phiangphathu Khumueang está casada con Guillermo Vilas desde el 16 de mayo de 2005 y conformaron una familia con cuatro hijos: Andanín (18), Intila (10), Ladinlao (11) y Guillermo, de tan sólo 4 años.
En Mónaco, donde vive, la joven sale cada día de su casa a entrenar, a veces lo hace sola, otras con sus hermanos, en autobús o caminando llega a su club, el Montecarlo Country Club, escenario donde su padre conquistara el título del célebre torneo en dos ocasiones: 1976, al polaco Wojtek Fibak, y 1982, a Ivan Lendl. “Nunca le di demasiada importancia a entrenar allí, porque no me doy cuenta de lo que sucedió”, cuenta con una sonrisa tímida, pero reconoce que le llama la atención ver el nombre de su papá entre las placas de los campeones del certamen.
La idea primaria es instalarse en Mallorca en la Academia que tiene su padre en la isla balear y participar en torneos del Women´s Circuit, para ir escalando posiciones. Este será el reencuentro de Andanín con el tenis competitivo profesional, algo que ya conoció a los 14 años, cuando debutó (24 de febrero de 2018) en el Women´s Circuit de Palmanova, Mallorca, ante la británica Beatrice Kight.
En sus primeras participaciones, y por la posibilidad de la doble nacionalidad, Andanín comenzó a competir bajo bandera tailandesa, pero eso no era lo que quería y le pidió a sus padres que vieran la posibilidad de modificarlo, para que al lado de su nombre apareciera la bandera argentina. Así comenzaron los pedidos a la Federación Internacional (ITF) que fueron apoyados por la Asociación Argentina de Tenis (AAT), entidad que después de algunos meses consiguió el cambio de nacionalidad en las presentaciones de la joven Vilas.
Alejada de las presiones que le genera portar el apellido Vilas, Andanín suele compartir entrenamiento en Montecarlo con el hijo mayor de Ivan Ljubicic, Leonardo, y del CEO de la ATP, el italiano Andrea Gaudenzi. Por eso, a pesar de sus jóvenes 18 años, ya tiene un objetivo claro, hacer su propio camino.
Fuente Infobae.