El futbolista del Liverpool y su hermano André Silva tuvieron una emotiva despedida en la Iglesia Matriz de la ciudad de Gondomar, la parroquia Sao Cosme.
Este sábado se realizó el entierro de Diogo Jota y su hermano André Silva en su pueblo natal Gondomar tras su trágica muerte en un accidente automovilistico en Zamora, España. Familiares y amigos los despidieron y Rute Cardoso, esposa del futbolista del Liverpool, fue una de las encargadas de llevar el féretro en un momento desgarrador.
La mujer se posicionó en la cabecera y no pudo ocultar su inmenso dolor. Sus familiares la respaldaron por detrás en todo el camino. A su lado estuvo Ruben Neves, el mejor amigo de Diogo Jota, que se tomó un vuelo privado desde Estados Unidos para estar presente.
Los amigos y familiares de André Silva fueron los encargados de llevar su féretro y tampoco pudieron ocultar las lágrimas en una escena desoladora.
Las dos imágenes que conmocionaron al mundo fueron las del abuelo y los padres de los futbolistas, completamente devastados.
Los jugadores del Liverpool, entre ellos Alexis Mac Allister, y compañeros en la selección de Portugal, también estuvieron presentes y dieron sus condolencias con muchísimo dolor y respeto.
Según confirmaron fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Zamora, el accidente ocurrió cerca de las 00.30 del jueves, cuando el Lamborghini en el que se trasladaban los hermanos se salió de la ruta, presuntamente tras el reventar un neumático mientras intentaban pasar a otro auto.
Hacer este trayecto desde Portugal hasta Inglaterra en auto no era algo común y mucho menos para un futbolista de su renombre. Esto llamó la atención de los fanáticos y en las últimas horas trascendió por qué se tomó esa decisión.
Según el medio portugués A Bola, al futbolista se le recomendó viajar en coche en lugar de avión para evitar la presión en la cabina, teniendo en cuenta que se había hecho una cirugía de pulmón luego de consagrarse campeón con Portugal en la Liga de Naciones en Alemania.
El destino de Diogo Jota y su hermano André Silva era la ciudad de Santander en España, donde tomarían un ferry hasta Portsmouth, un viaje que duraría dos noches y un total de 31 horas.