Las imágenes de la conducta del entrenador Kim Wan-gi tras la llegada de la atleta Lee Su-min en el Maratón Internacional de Incheon 2025 se viralizaron en redes sociales luego de que la deportista coreana afirmara que experimentó dolor físico y que no recibió disculpa alguna por parte del hombre de 57 años. El incidente ocurrió el pasado 23 de noviembre en el distrito de Songdo, Incheon, donde Lee, representante del equipo del Ayuntamiento de Samcheok, se consagró como la primera en cruzar la meta en la división femenina nacional con un tiempo de 2 horas, 34 minutos y 41 segundos. Al finalizar la carrera, Kim se acercó para cubrirla con una toalla -una práctica habitual para evitar la hipotermia-, pero las imágenes difundidas por KBS Sports mostraron que la atleta, visiblemente incómoda, apartó su brazo mientras el entrenador insistía, lo que encendió la polémica.

Las reacciones se multiplicaron en medios como The Korea Herald y en las redes sociales, donde varios usuarios cuestionaron al entrenador: "Miren las manos del entrenador.", "¿Protegerla de qué?", "La persona que corre sabe lo que quiere, respétenla" y "El entrenador debe saber que está exhausta y debe recuperar su aliento", fueron algunos comentarios. En una declaración publicada en Instagram el 25 de noviembre, Lee Su-min aclaró que nunca calificó el episodio como "acoso sexual", aunque reconoció que experimentó dolor intenso y que su malestar fue real. Según la atleta, "el problema central no es si hubo o no intención sexual", sino que sintió "un contacto físico repentino y fuerte justo después de terminar la carrera", cuando aún estaba desorientada y con dificultad para respirar.

Ante la difusión del video y la controversia creciente, Kim Wan-gi dio su versión de los hechos. "Fue un malentendido causado cuando su plexo solar golpeó mi brazo", dijo el entrenador principal del equipo de atletismo del Ayuntamiento de Samcheok, negando cualquier contacto inapropiado. En declaraciones replicadas por Korea Times, explicó que las maratones son muy exigentes y que muchos atletas se desploman al cruzar la meta: "Si no las apoyamos de inmediato, pueden caerse y lesionarse". Describió que habló con Lee en el momento en que intentó cubrirla con la toalla y que ella le explicó que había entrado a toda velocidad y que el dolor la hizo apartarse de forma instintiva. También reconoció que las imágenes podían resultar inquietantes para los espectadores y dar lugar a interpretaciones erróneas.

Sin embargo, Lee Su-min aseguró que no recibió una disculpa concreta. Contó que solo después del episodio supo que había sido Kim quien la había sujetado y que, cuando le comunicó que había sentido dolor, el entrenador "desvió la conversación" sin reconocer su acción. Además, criticó que él hiciera declaraciones públicas justificándose antes de hablar con ella: "Fue impactante verlo declarar que no había hecho nada malo sin haber conversado conmigo previamente". También expresó que durante la escalada de la controversia, Kim no intentó comunicarse con ella ni aclarar la situación. La atleta afirmó que decidió publicar su versión para evitar que episodios similares se repitan y pese a temer posibles consecuencias, consideró necesario detallar lo sucedido.

Finalmente, Lee Su-min ofreció disculpas a los espectadores y seguidores por el episodio que atravesó en la maratón, lamentando que "un evento que debía ser una fiesta haya quedado opacado por este suceso".