En el corazón de Lombardía, científicos identificaron petroglifos de la Edad del Bronce a más de 3,000 metros de altura, consolidándolos como los más altos de Europa.
Un hallazgo en los Alpesdel norte de Italiareveló la existencia de petroglifos a más de 3.000 metros sobre el nivel del mar, convirtiéndose en los más altos registrados en Europa. La investigación se llevó a cabo en el Pizzo Tresero, dentro del Parque Nacional Stelvio, en la región de Lombardía. Los grabados ofrecen nuevas perspectivas sobre la ocupación humana en zonas montañosas desde épocas remotas.
El descubrimiento tuvo su origen en el verano de 2017, cuando el excursionista Tommaso Malinverno observó inscripciones inusuales en una roca cerca del glaciar del Pizzo Tresero.
Tras informar a la Soprintendenza, un equipo de científicos y arqueólogos confirmó que las inscripciones datan del período comprendido entre 1600 y 1200 a. C., correspondiente a la Edad del Bronce Medio. Las figuras talladas incluyen representaciones humanas con los brazos alzados, una espiral, animales y otros diseños geométricos de significado incierto, posiblemente relacionados con marcas topográficas.
De manera paralela, en noviembre de 2024, otro descubrimiento en el Parque Orobie Valtellinesi sacó a la luz un ecosistema prehistórico de 280 millones de años, que incluía huellas de reptiles y anfibios. Este descubrimiento, atribuido al deshielo provocado por la crisis climática, proporcionó información sobre la vida en el periodo Pérmico, antes de la aparición de los dinosaurios.
Los petroglifos del Tresero se consideran una evidencia importante de la presencia humana en las montañas y guardan vínculos con otros sitios rupestres de la región, como Valtellina y Valle Camonica, este último reconocido por la Unesco en 1979 como Patrimonio de la Humanidad. Según los especialistas, las 11 inscripciones descubiertas podrían formar parte de un santuario de arte rupestre más extenso.