Es una de las cinco plazas del damero planificado por Balloffet para la ciudad nueva, cuyo proyecto arquitectónico, dispuso crear espacios públicos que pudieran albergar a los vecinos en caso de catástrofes.
Originalmente se la denominó plaza Cobo en homenaje a Juan Francisco Cobo, quien introdujo el álamo en la provincia en 1808.
En 1883, se inauguró en el centro de la plaza una torre, cuya extremidad superior tenía un reloj de cuatro esferas, esto hizo que se la conociera popularmente como la “Plaza del Reloj”. Hasta que por inspiración del fraile chileno Pacífico Otero, se decidió demoler la torre hacia 1903, para colocar en su lugar una estatua ecuestre del General San Martín. Años después, el reloj fue donado a la escuela Patricias Mendocinas.
El 5 de junio de 1904 se inauguró el monumento, pasando ese mismo día a denominarse “Plaza San Martín”.
La estatua del General San Martín es obra del escultor José García es réplica de la original, de José Luis Daumas que se encuentra en la plaza homónima de la Capital Federal.
La misma muestra la figura de San Martín, montando en un caballo, con su dedo índice señalando hacia el oeste, el lugar por donde se hizo el cruce. Está hecha en bronce fundido.
Para la construcción de la base de roca se utilizaron dos grandes bloques de piedra de granito traídas de la precordillera. El traslado de las piedras estuvo a cargo de la empresa Ferrocarril Trasandino por pedido expreso de las autoridades gubernamentales, quienes además asignaron al ingeniero Jacinto Anzorena a cargo de los trabajos.
En 1925, se implantó en la plaza un hijuelo del pino de San Lorenzo, histórico árbol debajo del cual se cree, San Martín redactó el parte de la victoria del combate de San Lorenzo.
El 4 de febrero de 1905 la plaza San Martín fue escenario de una revolución que se produjo en Mendoza y en varias ciudades del país, la cual se denominó “Revolución Radical”. Este alzamiento armado cívico-militar fue dirigido a nivel nacional por Hipólito Yrigoyen contra el presidente Manuel Quintana
En nuestra provincia fue encabezada por José Néstor Lencinas y contó con la participación del pueblo. Esta revolución, sólo triunfó por horas en Mendoza, donde derrocó al gobernador Carlos Galigniana Segura y puso, por decreto revolucionario, a José Néstor Lencinas momentáneamente en el cargo de gobernador.
Los revolucionarios exigían el sufragio universal y la plena vigencia del federalismo, pero las tropas nacionales finalmente sofocaron este movimiento. En la plaza tuvo lugar un feroz combate entre las tropas del ejército y los revolucionarios. Ni la estatua de San Martin se salvó de las balas que impactaron en diferentes lugares del monumento. Como resultado, Lencinas y sus seguidores debieron huir y exiliarse en Chile.
Años después, el 10 de noviembre de 1929, se produjo el asesinato del ex gobernador Carlos W. Lencinas al regresar de Buenos Aires. Luego de arribar a la estación del ferrocarril, partió hacia el Círculo de Armas (edificio ubicado al oeste de la plaza) en donde pronunciaría un discurso; cuando se dirigía a la multitud, fue baleado y murió en el lugar.
En la plaza también existe un monolito erigido en 2011 en homenaje a las Madres de Plaza de Mayo y que fue realizado por internos del penal San Felipe.
La plaza consta de un sector ceremonial con mástiles dispuesto para los actos que se realizan periódicamente en honor al Libertador.
Su aspecto hasta 2017, fue el resultado de una remodelación de 1970, a cargo de la Arq. Graciela de Pagés y el Arq. Carlos Caporalini. Esa obra, dotó a la plaza de desniveles pronunciados, escalones y jardines asimétricos.
La apariencia actual, del año 2018, la muestra libre de barreras arquitectónicas ya que se unificaron los niveles de veredas con las calles perimetrales, soterrando las instalaciones aéreas preexistentes.
La obra: plaza San Martín, modernizar y respetar la historia
El diseño de la renovada plaza San Martín parte de la unión de la rica historia que reside en ella y las más modernas concepciones de accesibilidad, con el fin de perfeccionar sus usos, en miras a los tiempos actuales. Esta asociación no hace más que enriquecer el concepto arquitectónico de la plaza, mediante una forma atractiva, que contempla espacios contemporáneos conectados a la historia.
En ese sentido, dentro del Plan de Renovación Urbana, se realizó una intervención completa en el predio, tanto en la plaza como en la periferia de la misma, que insumió unos 55 millones de pesos. Atento a esto, el eje de los trabajos se centró en lograr un espacio con una movilidad óptima, mediante la ampliación de veredas. Además, se añadieron pisos de colores claros, diseñados especialmente para la plaza. Todo esto, sin descuidar los espacios verdes, manteniendo la forestación existente y agregando una fuente, como lugares de descanso y contemplación.
La fuente se encuentra a nivel del piso (suelo húmedo) y funcionará como un espacio de humectación del ambiente; como así también, de cisterna para riego, con el fin de optimizar el consumo hídrico. En efecto, estos espacios ayudarán a satisfacer las necesidades de orden climático; reducirán la temperatura con una fuente a nivel, y a la vez, será un espacio lúdico para los jóvenes.
Asimismo, se mejoró la accesibilidad en toda la plaza: renovando, nivelando y unificando el predio con las veredas para que tenga uniformidad con las calles que la rodean. Se generó un espacio amigable, funcional y accesible para todas los transeúntes en general, pero haciendo hincapié en las personas mayores y/o con discapacidades. De igual manera, se adoquinaron las aceras del contorno de la plaza y se reconstruyeron totalmente las cunetas y veredas, que incluyen baldosa podotáctil para personas con discapacidades visuales.
También, la renovada plaza, contempla las nuevas exigencias de la vida moderna, incorporando espacios de trabajo con conexiones USB y WI-FI, terminales de micros inteligentes, paradas de micros con paneles solares y pantallas interactivas con puertos de USB. En ese sentido, se suman nuevos asientos, paradores de bicicletas, bebederos, apeadero de micros, entre otros; como parte de un planteo urbano que optimiza recorridos y usos. Todo esto pensando en una convivencia armónica entre las diversas personas que se reúnen en los espacios públicos.
Otro de los aspectos centrales que se tuvo en cuenta al momento de la remodelación, fue la conservación del histórico espacio, en la parte central de la plaza, donde comúnmente se realizan actividades protocolares. Allí, se mantendrá el monumento al General San Martín, el vástago de San Lorenzo y la Placa que indica la altura oficial de nuestra ciudad.
En ese sentido, se puso en valor el monumento del general San Martín, refuncionalizando el espacio circundante del monumento con la nueva fuente, conectando así la plaza de este a oeste. De esta manera, la nueva parte central, cuenta con un espacio de usos polivalentes para ceremonias y actos conmemorativos. Con la novedad de que tendrá las Máximas de Merceditas en la esquina (nor-oeste) en conexión con el monumento de San Martín.
En lo relativo a la seguridad vial y el tránsito seguro de las personas, se incorporaron bolardos en ambos lados de la calle. Estos objetos son pequeños postes de hierro para preservar la libre movilidad de las personas. De esta forma, se prioriza al peatón y se mejora la calidad del espacio público. Análogamente, sobre calle Necochea, entre 9 de Julio y España, la ciclovía que atraviesa ese tramo llevará los separadores de seguridad Zebra.