Cuando nos dijeron que no tenía pulso fue un shock”, contó el chico
Tras dos horas de declaración, Lucas Filardi, amigo de Fernando Báez Sosa, reconoció a dos de los agresores, Máximo Thomsen y Luciano Pertossi, mientras miraba un video del ataque que transmitían en una pantalla. “Esos dos, seguro”, indicó.
Unos minutos después, Filardi respondió preguntas de Hugo Tomei, defensor de los acusados. “Sé que Thomsen le pegó en el pecho; y el que me sacó a mí [por Luciano Pertossi], en la cabeza”, remarcó cuando fue consultado sobre si podía precisar qué cantidad de golpes recibió su amigo.
“¿Cuántas piñas y patadas?”, preguntó Tomei. “No puedo decir [cuántas], fueron muchas. Fueron unos minutos. No fue medido, obviamente. Dos o tres minutos de piñas, y después patadas, y pisotones en el pecho y en la cabeza”, indicó el testigo.
Al recordar el momento posterior a la agresión sostuvo: “Fer tenía la cara inflamada, los ojos mal cerrados, hinchados y marcas de la golpiza. Nos dimos cuenta que era grave, pero no pensamos que tan grave. Cuando nos dijeron que no tenía pulso fue un shock”.
En su relato aseveró que cuatro o cinco personas le pegaron patadas en el pecho y en la cabeza al chico, que no se pudo defender. También realizó representaciones de esa madrugada y un croquis. Dijo que él también fue violentado, que creía que por Luciano Pertossi, después de pedir que pararan con el ataque. En tanto, asumió no recordar el nombre de los agresores. “Uno con camisa abierta le pegó a Fer”, indicó.