El diputado nacional de Juntos por el Cambio apuntó contra el canciller luego de la equivocación oficial con el embajador de Suiza en Buenos Aires, Hans-Ruedi Bortis
El diputado nacional de Juntos por el Cambio apuntó contra el canciller luego de la equivocación oficial con el embajador de Suiza en Buenos Aires, Hans-Ruedi Bortis.
Un error que, según el diputado nacional Ricardo López Murphy, merece la renuncia del canciller Santiago Cafiero. Días atrás, el embajador de Suiza en Buenos Aires, Hans-Ruedi Bortis, compartió la entrega de la copia de sus cartas credenciales a la directora de Ceremonial, María Jimena Rivero, en la sede de la Cancillería. En el encuentro, el diplomático notó que algo no encajaba: la bandera de Dinamarca, y no la de su país, era la que lo esperaba para la importante ceremonia. El error, que fue tomado con calma por autoridades del Palacio San Martín, provocó el enojo del parlamentario de Juntos por el Cambio. “[Santiago Cafiero] renuncie y le ofrezco capacitación gratis”, apuntó el economista en las redes.
“Que el Canciller no hable inglés es un papelón, pero que reciba al Embajador de Suiza con la bandera de Dinamarca es una falta de respeto inaceptable”, condenó López Murphy en su perfil de Twitter, donde le pidió al canciller que renuncie y le ofreció “capacitación gratis”.
El enojo de López Murphy llegó después de haber llamado la atención de los sofisticados amantes del protocolo. Y es que más de un curioso experto en las lides diplomáticas preguntó por qué, a espaldas de María Jimena Rivero y Hans-Ruedi Bortis, estaba sólo la bandera argentina. Así se supo que el embajador detectó que la insignia era la de Dinamarca, no la de Suiza.
“Que el Canciller no hable inglés es un papelón, pero que reciba al Embajador de Suiza con la bandera de Dinamarca es una falta de respeto inaceptable”, condenó López Murphy en su perfil de Twitter, donde le pidió al canciller que renuncie y le ofreció “capacitación gratis”.
El enojo de López Murphy llegó después de haber llamado la atención de los sofisticados amantes del protocolo. Y es que más de un curioso experto en las lides diplomáticas preguntó por qué, a espaldas de María Jimena Rivero y Hans-Ruedi Bortis, estaba sólo la bandera argentina. Así se supo que el embajador detectó que la insignia era la de Dinamarca, no la de Suiza.
“El embajador se sorprendió primero, luego se lo tomó con mucho humor y el problema se solucionó enseguida”, afirmaron fuentes diplomáticas a LA NACION que pidieron reserva y, a la vez, le restaron importancia al episodio, dadas las similitudes (cruces y los colores rojo y blanco) que comparten ambas banderas.
Para la delegación suiza en el país, el equívoco y la reacción del embajador rememoró otra salida divertida para un entuerto con el Gobierno. El antecesor de Bortis, Heinrich Schellenberg, debió salir al cruce de la entonces ministra de Seguridad, Sabina Frederic, quien en respuesta a los problemas de inseguridad (incluido el narcotráfico) supo opinar que “Suiza es más tranquilo, pero aburrido”. Un video del tenista Roger Federer junto al actor Robert De Niro hablando de lo “aburrido” de los paisajes paradisíacos del país europeo fue la diplomática respuesta en aquel momento.
Por ahora, en el Palacio San Martín también se tomaron con calma las repercusiones del error. Y esperan que, cuando el embajador presente sus cartas credenciales ante el propio presidente Alberto Fernández, las banderas que los acompañen sean efectivamente las correctas.