Mario Pergolini confirmó en diálogo con Marina Calabró en El Observador 107.9 su vuelta a la televisión tras casi 15 años alejado del medio. Con su estilo característico, mezclando ironía y sinceridad, el conductor se refirió a este regreso como "un acto de rebeldía" y dejó en claro que pese a que "la tele está muerta", vuelve con un proyecto que busca jerarquizar la pantalla chica.

En la entrevista con Calabró 107.9, Pergolini se mostró divertido con la atención mediática que genera: "Ya no soy un muchacho, el pibe del fondo, el revoltoso", dijo. Sobre el programa que prepara, adelantó que saldrá de lunes a viernes, probablemente a las 22:30, un horario que le permite ofrecer un repaso de las noticias del día "como un resumen para ver lo que pasó, lo que realmente importa y un poco de afuera".

El conductor explicó que quiere armar un programa donde él sea el centro pero apoyado en un equipo sólido, con figuras como Rada, un viejo conocido "super talentoso que encontró su lugar en el teatro y la comedia, pero aún no en televisión"; Laila Roth, destacada en el stand up y el streaming, y la participación puntual de Dante Gebel desde Los Ángeles, a quien admira por su capacidad de contar historias y construir relatos.

Además, Pergolini destacó que el estudio será "grande, iluminado, que se vea cuidado y no vulgar", apostando a una producción de calidad, lejos de la tele "barata" a la que está acostumbrado el público actualmente. Sobre el rating, fue cauto: "No sé qué parámetro tener, me dicen que ocho puntos está bien y me causa gracia; vamos a hacer una temporada para ver cómo funciona y cómo nos sentimos."

La crítica sobre la televisión actual

Pergolini aprovechó la entrevista para dar su visión sobre la industria televisiva y la política argentina. Manifestó que en la Argentina "la televisión fue abandonada antes que en otros lados" y que la reducción de la inversión llevó a que la programación se sostenga con panelistas y mucho debate, especialmente en política, con ejemplos como Intratables.

El conductor sostuvo que este fenómeno se ha vuelto predominante: "La política hoy es casi panelista, donde se dice cualquier cosa y se arma el show." En relación al momento político actual, explicó que conoce bien a muchos presidentes con quienes trabajó y que no tiene posturas extremas: "No diría que esta gestión es un horror ni que me fascina. Es un país caótico que perdió coherencia."

Sobre la baja participación electoral, señaló que es un síntoma preocupante: "La gente prefiere no votar antes que elegir, y eso dice mucho." Además, resaltó el rol de las redes sociales en la polarización social: "Los algoritmos nos meten en burbujas de opinión y eso dificulta el diálogo."

En el terreno del fútbol, donde Pergolini fue vicepresidente de Boca Juniors, reflexionó sobre el actual presidente del club, Juan Román Riquelme: "Es un ídolo indiscutido pero gestión y figura pública son cosas diferentes. La gente no suele ver las limitaciones del ídolo y eso complica las críticas." Recordó el peso que tiene el fútbol en la sociedad argentina y su vínculo personal con esa pasión, y se mostró optimista en que Riquelme cumpla su mandato.

Estrategias comerciales y visión digital

En la entrevista, Mario Pergolini también abordó el aspecto comercial y digital de su trabajo, algo que marcó su éxito histórico en televisión y medios. Reconoció que siempre apostó a "segmentar el público" y no buscar ser un producto para "todo el mundo", estrategia que consideró clave para la facturación y la viabilidad económica de sus proyectos.

"Históricamente facturé igual o más que otros que medían más en audiencia, porque apuntamos a un nicho que tiene valor para las marcas. No sólo importa el rating, sino llegar al público objetivo que buscan los anunciantes", explicó Pergolini.

El conductor recordó cómo Caiga quien caiga supo ser un fenómeno que trascendió las cifras de audiencia convencionales: "El programa funcionaba por el prestigio, la calidad y porque tenía un modelo de negocio diferente, más enfocado en el valor real que generaba." Esta visión, dijo, la trasladó al mundo digital, donde se puede segmentar con mayor precisión.

Consultado sobre su posición en la competencia actual, sostuvo que la televisión "perdió prestigio" y que su objetivo es "poner la vara lo más alta posible" para ofrecer un producto que destaque por su calidad, no sólo por el rating. "No voy a hacer un gol histórico en televisión porque eso es difícil, pero sí puedo hacer algo que trascienda, que tenga prestigio y aporte valor," afirmó.

En este sentido, valoró la importancia de la creatividad y la producción cuidada para que la audiencia se enganche de verdad, y aclaró que no busca ser "la voz editorial del canal" ni jugar ningún juego político o corporativo. "Quiero mantener la libertad para decir lo que pienso y hacer un programa con humor político, ironía y producciones especiales," señaló.

Panelismo, competencia y la expectativa por su vuelta

Pergolini fue contundente al referirse al auge del panelismo en la televisión argentina, fenómeno que calificó como "una forma de mantener la programación con poco presupuesto". Explicó que, ante la reducción de inversiones, la grilla se llenó de programas con muchos panelistas que hablan sobre política y entretenimiento, un formato que a su juicio "se volvió omnipresente y agotador".

"Antes había dos o tres programas así, hoy hay muchos y la política misma parece panelista," reflexionó. En ese contexto, mencionó que la última gran figura que salió de la televisión fue "el presidente actual", haciendo un guiño irónico a la politización y el show mediático del poder.

Sobre la opinión pública y las críticas que recibe antes de debutar, Pergolini reconoció que "el que me espera me estuvo esperando siempre", y se mostró ajeno a las especulaciones: "No me importa lo que digan afuera, voy a hacer lo mío con libertad y con ganas de divertir y aportar."

En cuanto a Marcelo Tinelli, figura con la que históricamente compartió la pantalla como competencia, aseguró que mantienen una relación cordial y que "hoy Tinelli está en otra etapa de su vida". Aunque bromeó con la idea de que Tinelli sigue siendo un gran rival, aclaró que la competencia actual es muy distinta y que la televisión "no es la misma que antes".

Finalmente, Pergolini manifestó su ilusión por esta vuelta, consciente de que el medio cambió pero con la intención de poner "la vara lo más alta posible" y ofrecer un programa que combine humor, ironía y análisis político para un público adulto que busca calidad. "Va a ser como un last dance televisivo, una oportunidad para disfrutar y hacer algo que valga la pena," concluyó con su estilo directo y sin vueltas.

Fuente El Observador