Se reunió con Sergio Uñac, de San Juan; Gustavo Borden, de Entre Ríos; y Ricardo Quintela, de La Rioja, en busca de respaldo.
Del encuentro participó, al igual que del anterior, el jefe de Gabinete Juan Manzur.
Según informó el Ministerio de Economía, los gobernadores manifestaron su apoyo a los lineamientos económicos del Gobierno nacional.
A su vez, los mandatarios provinciales brindaron precisiones sobre la situación económica de cada uno de sus distritos, indicó la cartera de Batakis en un breve comunicado.
La ministra se puso a disposición para acompañar las distintas realidades “en el contexto de una visión federal en la que viene trabajando desde hace varios años”, agregaron.
La primera ronda de Batakis
Este lunes había sido el turno de los gobernadores de Buenos Aires, Axel Kicillof; Catamarca, Raúl Jalil; de Tucumán, Osvaldo Jaldo; de Santiago del Estero, Gerardo Zamora; y de Neuquén, Omar Gutiérrez, quienes también respaldaron el rumbo económico anunciado por Batakis.
La primera reunión de la ministra con los gobernadores no tuvo el marco esperado por el Gobierno. Al menos si se tiene en cuenta que, a pesar de la expectativa que generó la convocatoria en medio de la interna en el Frente de Todos, la Casa Rosada apenas pudo asegurarse la presencia de cinco gobernadores para visitar a la funcionaria en el Palacio de Hacienda.
Tras esa primera experiencia en el ministerio habían asegurado que trabajaban para sentar a más gobernadores a la mesa. Una foto posteada por Manzur, además, había mostrado la imagen del resultado: eran los funcionarios nacionales, con los gobernadores y una hilera de sillas vacías.
Luego del encuentro de este martes, al menos por ahora, no hay en agenda una nueva ronda con los representantes del interior.
Los encuentros en el Palacio de Hacienda se suceden con la mira puesta en controlar el gasto y apaciguar las tensiones en los mercados desatadas desde junio.
Batakis enfrenta el desafío de "equilibrar" las cuentas, sin generar una recesión ni agravar la pobreza. Para cumplir las metas con el FMI, se comprometió a atar las erogaciones a la obtención de recaudación adicional, congelar el empleo público y centralizar el manejo de recursos, junto con la quita de subsidios a la energía. Un rumbo que sacó a las calles a los movimientos y generó incertidumbre en las provincias.
Sólo cinco gobernadores asistieron a la reunión con la ministra, organizada por Manzur. La mayoría de los mandatarios se enteró por los medios.
Los números muestran que el gobierno viene pisando la ejecución de la obra pública: ese rubro alcanzó un 26% en mayo, según el presupuesto modificado por decreto, y 33% en junio, de acuerdo a la Oficina Pública del Congreso (OPC). El último informe del organismo indica que la inversión ejecutada por Nación aumentó 9,4% interanual en el primer semestre en términos reales, mientras que los fondos transferidos a provincias y municipios por obras cayeron 1%.
La obra pública es clave para generar empleo en las provincias, pero choca con el acuerdo con el Fondo. Allí, se prevé una fuerte reducción del gasto en el segundo semestre, con foco en jubilaciones, gasto de capital, y bienes y servicios. La idea es que la inversión en infraestructura pase del 2,2 al 1,8% del PBI.
Los salarios y jubilaciones argentinos, medidos al tipo de cambio paralelo, quedaron posicionados entre los más bajos de la región.