Es hijo del ex senador Eduardo Menem y produce suplementos deportivos y barras proteicas que se las compran en la Asociación del Fútbol Argentino.
Su tío llevaba años como presidente de Argentina, su padre era senador y presidente provisional, sin embargo Martín Menem mezclaba con las manos proteínas importadas para crear suplementos dietarios con dos amigos. Fue el gen de la empresa con la que hoy fabrica productos que hasta consume Lionel Messi. Ahora, de la mano de Javier Milei se convirtió en diputado en La Rioja y defiende el liberalismo.
Hijo de Eduardo Menem, Martín (47) en diciembre del año pasado juró como diputado provincial. Fue el único bendecido por el liberal Javier Milei fuera de la Ciudad de Buenos Aires y obtuvo el 13% en lo que define como una “campaña muy breve”.
Recibido en la Universidad de Belgrano como abogado, se autodefine como “justicialista de centroderecha, con ideas liberales”. Le apunta a los “empresaurios“, despega a su apellido de la “casta” de la que habla Milei y trabaja en dos proyectos de ley llamativos: la imposibilidad de que los diputados cambien de banca y la prohibición de las candidaturas testimoniales.
Martín Menem reparte críticas a ambos lados de la grieta. Define al gobierno de Mauricio Macri como “menemismo sin Menem”; al kirchnerismo como “la peor catástrofe de la Argentina” y asegura que “aún con un uno a uno el país podría funcionar mucho mejor que así“.

Tiene las oficinas de su empresa Gentech a pocas cuadras de la estación Constitución, donde produce suplementos deportivos y barras proteicas, con las que se convirtió en proveedor de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). No descarta presentarse como candidato a gobernador, hace una cerrada defensa tanto de la década menemista como de Javier Milei aunque remarca: “No toda la política es casta”.
-Tu padre fue senador, tu tío Presidente de la Nación, tu hermano diputado nacional y nunca entraste a la política. ¿Por qué ahora sí y con Javier Milei?
-Trabajé siempre en el ámbito privado. Me gustó el tema del potenciarme y aprender cómo funciona todo, siempre fui comerciante. Cuando empecé a estudiar la historia de mi abuelo encontré que tengo los genes del comercio, comprar y vender cualquier cosa. Empecé desde muy chico a importar una pequeña línea americana de productos de suplementos dietarios y después la terminé desarrollando acá con marca propia, que ahora es líder acá en el mercado local.
-¿Cómo afectó a tu negocio la crisis de 2001?
-La crisis 2001 hizo que empezáramos a ver cómo seguíamos. Nos quedamos con una deuda en dólares con Estados Unidos, renegociamos, la pagamos en el tiempo. Después nos quedamos con la inquietud de seguir produciendo acá. La crisis nos agarró con mucha mercadería entonces sostuvimos la empresa, después nos reconvertirnos y empezamos a producir acá.
-Elogias la década en la que gobernó tu tío. ¿No asocias la crisis de 2001 con esa gestión de Carlos Menem?
-Para nada. La crisis viene por el exceso del gasto público, que es el mayor mal de la Argentina, el déficit. Si no hubiéramos tenido el déficit que tuvimos, o por lo menos sustentado con crecimiento, podríamos mantener una paridad, podríamos ir importando y haber empezado a producir algunas cosas acá. Hoy tenemos mucha limitaciones para la compra de materias primas. Nos está costando importar materias primas que no se fabrican en la Argentina. Importo materias primas, le doy valor agregado, reexporto un producto de origen nacional, con materias primas de afuera y tengo problemas para conseguir los dólares para importar.