El oficialismo quedó a tres bancas de desplazar al kirchnerismo como primera minoría en la Cámara Baja, tras la fuga de diputados de Fuerza Patria hacia un nuevo bloque de gobernadores. Con más poder para presidir comisiones, el Gobierno busca asegurar el Presupuesto 2026 y avanzar, más lentamente, con la reforma laboral.
El Gobierno no deja de crecer en cantidad de diputados y senadores y quedó a solo tres legisladores de convertirse en la primera minoría en la Cámara de Diputados, un paso clave para intentar garantizar la aprobación del Presupuesto 2026 y encarar la negociación de la reforma laboral.
La contracara de este avance es Fuerza Patria. El kirchnerismo pierde de manera sostenida integrantes de su bancada, en un contexto en el que varios gobernadores ya no quieren permanecer bajo el ala de Cristina Kirchner y priorizan la defensa de los intereses de sus provincias.
En ese marco, muchos jefes provinciales dejaron de tributar para el peronismo y conformaron un bloque aparte, que reunirá a 15 diputados de Salta, Catamarca, Tucumán, Neuquén y Misiones. Este movimiento dejaría a La Libertad Avanza como primera minoría, condición a la que también llega por el pase de legisladores de otras fuerzas.
El bloque libertario crece por dos razones principales: es la bancada del oficialismo y tiene "algo para ofrecer" en términos de poder, cargos y recursos, lo que seduce a parte del resto de los legisladores. Por este motivo, diputados del PRO continúan sumándose al oficialismo, que incorporará un voto más cuando Silvia Lospennato pase a la Legislatura porteña.

Para evitar una confrontación con la Selección Argentina, la gestión libertaria pospone el tratamiento de las sociedades anónimas deportivas.
Aunque La Libertad Avanza sigue lejos de los 129 votos necesarios para tener quórum propio, alcanzar la primera minoría le permitiría presidir más comisiones y manejar con mayor holgura la dinámica de la Cámara Baja. Ese músculo parlamentario será central para tratar los dos proyectos que el Gobierno impulsa desde hace tiempo: el Presupuesto 2026 y la reforma laboral.
La ley de Presupuesto aparece hoy más encaminada que la reforma laboral. El ministro del Interior, Diego Santilli, viajará a Corrientes como parte de la gira que viene realizando por todo el país para sumar apoyos de los bloques provinciales y terminar de cerrar los números.
La reforma laboral, en cambio, requiere un entramado de negociaciones más complejo y de largo plazo. El tema ya empezó a discutirse en el último Consejo de Mayo, donde se redactaron algunos artículos del borrador. En ese ámbito, el Ejecutivo mantuvo conversaciones con Gerardo Martínez, representante de la UOCRA en la CGT; con el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo; con Martín Rapallini, por la UAI, y con referentes de la Bolsa de Comercio y de los grandes grupos empresarios.

El nuevo calendario excluye vacunas experimentales y garantiza las tradicionales; los gobernadores de Buenos Aires y Formosa no lo acompañaron.
Ahora, el siguiente paso está en manos del Gobierno. Entre el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, y el secretario de Trabajo, Julio Cordero, afinan el último borrador del proyecto, que planean presentar el 9 de diciembre.
La estrategia oficial será primero consolidar los votos en Diputados y luego encarar una negociación más abierta con la CGT. La postura del Gobierno es clara: recortar el poder financiero de los gremios y de las obras sociales sindicales.
Aunque no se descarta que se alcance una posición intermedia, en la Casa Rosada reconocen que el debate llevará tiempo. No se espera que la reforma laboral se apruebe en diciembre y es probable que tampoco logre sanción en febrero o marzo.